Emuvijesa necesita 2 millones antes del 31 de diciembre para equilibrar sus cuentas o estará condenada a la liquidación. Peligran 23 puestos de trabajo y la cobertura social que realiza el ente.
La empresa municipal de vivienda, Emuvijesa, que cumple 25 años desde su constitución en 2017, vive una de las situaciones más delicadas de su historia como consecuencia de la falta de un presupuesto en el Ayuntamiento que le inyecte liquidez financiera. En concreto, requiere de 2 millones de euros antes del 31 de diciembre para sobrevivir, justo el agujero contable que el anterior gobierno local del PP dejó en los resultados económicos de 2015. La situación, aunque límite, no es nueva. Hace solo cinco años, en plena crisis inmobiliaria, un informe interno de esta sociedad pública ya alertaba de que no podía seguir autofinanciándose por la "alarmante" caída en las ventas y la "imposibilidad" de obtener suelo para viviendas protegidas. Mientras la demanda de vecinos que solicitan una VPO ha crecido en este tiempo de forma exponencial (un 70% hasta los casi 5.000 demandantes) y los servicios sociales de Emuvijesa se han visto desbordados, la asfixia económica del ente público ha crecido paralela.
La empresa, apunta la teniente de alcaldesa de Acción Social, Carmen Collado, "se está manteniendo con recursos del Ayuntamiento, no tiene solvencia económica, ya no se construye, pero tiene una función social en la crisis imprescindible, ya que tenemos muchísimas personas viviendo en casas de Emuvijesa que no pueden pagar el alquiler o la hipoteca, y lo hacemos nosotros con recursos propios; ese es el déficit". "No echamos a la calle a nadie que no puede pagar. El anterior gobierno no gestionó nada, ahora se está haciendo un esfuerzo laboral en el tiempo muy importante, haciendo que gente que no pagaba, pero puede hacerlo, pague. Cada familia paga lo que puede", subraya la responsable política del ejecutivo socialista. El parque de viviendas públicas de Emuvijesa está cifrado en unos 2.400 pisos —hay unos 100 que están vacíos por pertenecer a promociones hipotecadas en unas condiciones que ahora mismo están "fuera de mercado"—.
Emvisesa, la sociedad municipal de vivienda de Sevilla, gestiona prácticamente una cantidad similar de viviendas, puntualiza la gerente de Emuvijesa, Eva Bravo. ¿La diferencia? "Allí son unos 60 empleados más y cubren menos servicios; nosotros, por ejemplo, hemos reactivado el servicio de gestión de impagos tras cuatro años paralizado y allí se ha creado ahora la oficina de intermediación de desahucios, con la que nosotros llevamos trabajando ya más de un año". Ahora los 23 trabajadores de Emuvijesa, incluida ella, ven peligrar sus puestos de trabajo. "Hay mucha preocupación y sufrimiento en la plantilla, el futuro laboral de estas personas depende de una decisión política, por eso vamos a seguir luchando", especifica Collado, que asegura que "buscaremos todas las alternativas, yo no voy a decir que si no tenemos esos 2 millones para Emuvijesa el día 1 de enero esas personas ya estén en la calle".
Ambas insisten en mantener la prudencia. "No queremos generar alarma social en ningún momento", puntualizan una y otra vez. Pero la realidad es la que es. La insolvencia de Emuvijesa desencadenaría la morosidad de "muchísimas" familias que residen en el voluminoso parque de VPO de la entidad pública. El índice de impagados solo en los pisos de alquiler social ha pasado de un 3% en 2008 a un 26,92% en el conjunto de 2015. Es el Ayuntamiento, indirectamente, el que asume esas cuotas impagadas con los bancos. "De otra manera, la gente se quedaría en la calle", advierten. "Vivimos de las ventas, que no se vende nada, y de los alquileres, y hay muchas familias con dificultades que pagan como pueden. El que tiene recursos y no paga sí va al Juzgado, eso se está haciendo y antes no se hacía. Pero hay que reconocer que Jerez está muy mal y la mayoría de nuestros arrendatarios no tienen recursos y lo están pasando muy mal, son usuarios de Bienestar Social en su mayoría", expone Eva Bravo. La gerente, que ha protagonizado multitud de encuentros con la oposición en lo que va de mandato para tenerla al día de su gestión, reconoce: "Me ha dolido que Ganemos haya ido a tumbar esto, yo no he visto que ellos aquí estén con los que más lo necesitan".
Collado no oculta su preocupación: "Las consecuencias de la extinción de Emuvijesa son muy dolorosas y por eso no vamos a tirar la toalla; vamos a luchar hasta el último minuto. Emuvijesa, a corto plazo, depende de esos 2 millones y si no se consiguen la empresa va a ir muriendo poco a poco. Este mes no sé cómo vamos a pagar las nóminas, los trabajadores están sufriendo y aguantando". La empresa municipal presta multitud de servicios públicos esenciales que se verían afectados por una posible liquidación, caso de la planificación, programación y gestión de la VPO, la gestión de la oficina municipal de registro de Demandantes de Viviendas Públicas, la Oficina de Intermediación de Desahucios, la intermediación en los programas anuales de rehabilitación autonómica, la Agencia de Fomento del Alquiler o el seguimiento de las rehabilitaciones en barriadas históricas como La Asunción y La Constancia. "El volumen de trabajo nos desborda. No damos abasto", mantiene Bravo, tras otra noche en duermevela a la espera de una solución más o menos definitiva.
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