Cáritas organiza una conferencia para analizar cómo afectan a los hijos las condiciones económicas de sus padres.
"Existe una fuerte asociación entre las condiciones de vida de padres e hijos especialmente en las clases más empobrecidas de nuestra sociedad”, asegura Raúl Flores, analista e investigador social miembro de Cáritas y la Fundación Foessa, durante una ponencia organizada por la organización religiosa en la que se plantea cómo la pobreza se puede heredar y qué factores provocan esa transmisión de generación en generación. "El mayor riesgo lo tienen las personas que han vivido en sus primeros años de vida en hogares con problemas económicos", sostiene, y añade que "aunque en España hay movilidad social, se pueden mejorar o empeorar las condiciones de vida, las personas más pobres, sin embargo, tienen mucha dificultad para cambiar su situación y por tanto se transmite la pobreza de una generación a otra”.
Francisco Domouso, director de Cáritas Diocesana de Asidonia-Jerez, es el encargado de presentar a Raúl Flores, miembro de la Fundación Foessa, que ha elegado un estudio denominado La transmisión intergeneracional de la pobreza: factores, procesos y propuestas para la intervención. Flores asegura que "aquello que la familia tiene, o de lo que carece, va a ser crucial en lo que los niños o niñas reciben de sus padres, ya que los valores, las actitudes, los hábitos, la motivación, habilidades… son elementos que adquirimos en nuestros primeros años de vida en el seno familiar”.
En relación al sistema educativo, afirma que “está funcionando como transmisor de las desigualdades educativas, ya que se constata que no está teniendo la capacidad para integrar los diferentes orígenes y sectores sociales de los pequeños que llegan a la escuela”. Y da un dato: "ocho de cada diez personas cuyos padres no alcanzaron la primaria no han conseguido completar los estudios secundarios”. Flores abunda y sostiene que "cuatro de cada diez adultos que vivió su adolescencia con problemas económicos muy frecuentes, no consiguió alcanzar la educación Secundaria”.
España, dice Flores, es "el tercer país con mayor tasa de pobreza infantil en la UE”, por lo que señala que “en Cáritas queremos destacar que cuando hablamos de pobreza infantil no es más ni menos que la pobreza de las familias con hijos” y también explica que “casi uno de cada dos hogares de familias numerosas se encuentra bajo el umbral de pobreza”. Por eso añade que “la inversión en infancia y familia es insuficiente, ya que se observa como una responsabilidad exclusiva de los padres”.
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