Los vecinos del centro reclaman al Ayuntamiento un plan acorde con la avalancha de personas que llenan las calles en estos días.
El que estuvo este pasado sábado en el centro lo pudo comprobar con sus propios ojos. En Jerez no se cabía. Miles de personas en las calles, entre ellos muchos turistas, atraídos por las Zambombas. Las principales calles y plazas se llenaron de público y de villancicos en el primer día grande de los que todavía quedan por venir hasta el 24 de diciembre.
Sin embargo, esa repercusión económica positiva que supone para los bares, comercios y hoteles la celebración de una fiesta que todavía no sabemos hasta dónde puede llegar, tiene también su lado negativo. En el centro histórico, ya bastante machacado a lo largo del año, hay que recordar que viven personas -cada vez menos, pero las hay-, que tienen que aguantar la llamada ‘cara mala’ de las Zambombas, algo que por otra parte tiene más que ver con conductas incivilizadas, aunque también denuncian falta de previsión por parte del Ayuntamiento, sabiendo la avalancha de personas que se echan a la calle en estos días, y más los fines de semana.
“Estamos percibiendo que hasta las nueve o las diez de la noche el ambiente es bueno y que incluso muchas Zambombas están recuperando sus formas tradicionales, pero es a partir de las diez cuando empieza lo malo”, afirma Alejandro González, presidente de la asociación vecinal del centro histórico. Y eso “malo” se traduce en basura por doquier en la vía pública -todavía incluso a primera hora de la mañana- o calles como Gibraleón, Santa Isabel o Juan de Abarca convertidas en ríos de orines. “Hay poca previsión. Si se sabe que el centro se va a llenar, ¿qué cuesta poner unos servicios portátiles en determinados puntos?”, se pregunta González, que aun así denuncia que “lo peor” es la escasa presencia de la Policía Local. “A un vecino les dijeron que sabían cómo estaba el centro, pero que con solo dos patrullas estaban haciendo lo que podían”.
Los vecinos, igualmente, afirman que se están celebrando Zambombas a las que se les denegó la autorización por parte del Ayuntamiento y aun habiendo acudido el 092 para comprobar dicho extremo. Todo esto, además, cortando calles, usando carpas y empleando megafonía, esto último prohibido según el bando municipal presentado por el gobierno local a primeros del pasado mes de noviembre.
Desde la asociación vecinal quieren dejar claro que “esto no es criticar las tradiciones, como nos suelen decir, todo lo contrario, pero lo malo es que solo haya dos patrullas del 092 y que ni siquiera se vean ambulancias aparcadas por el centro. No hay plan de seguridad y en este sentido no se pueden escatimar gastos”.
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