La CGT responde a Laura Álvarez, que denunció a miembros del sindicato por repartir folletos cerca de su vivienda, por lo que critican que "miente por omisión; indirectamente nos imputa hechos delictivos graves".
“No hubo conversación alguna, no hubo agresión alguna, no hubo insulto alguno, solo una delegada enfadada e irracionalmente nerviosa al comprobar que estábamos repartiendo folletos sobre el riesgo que corre esta ciudad con la gestión actual”, apuntan desde CGT en respuesta al incidente protagonizado días atrás entre miembros del sindicato y la teniente de alcaldesa de Recursos, Laura Álvarez, que no dio muchas pistas sobre lo ocurrido: “Me encantaría poderos contar con detalle lo que ha pasado, cuando pueda hablar y contarlo lo podremos explicar”.
“La señora Álvarez miente por omisión, de manera que indirectamente nos imputa hechos delictivos graves, y eso en derecho se llama calumnia”, sostienen desde CGT, que pide a Álvarez que lo “aclare y desmienta en sede judicial, mediante las 15 querellas individuales que nuestra asesoría esta preparando y que serán presentadas la próxima semana”.
El sindicato explica lo ocurrido: “Delegados de CGT del Ayuntamiento coincidieron con ella en la zona de Hipercor, donde la delegada se encontraba tranquilamente en un bar desayunando. Fue ella la que nos vio y salió del bar muy “excitada”, móvil en manos, diciendo: os estoy grabando, os estoy grabando; para seguidamente preguntar: “¿Pero estáis trabajando?”
El relato de la CGT continúa: “Pasó de largo y se situó en la acera de enfrente llamando por teléfono a alguien, que resultó ser el marido de la alcaldesa, que según se oía le decía que llamara a la Policía, cosa que no hizo porque ella misma sabía que le iban a decir que allí no pasaba nada delictivo. Luego apareció el marido de la alcaldesa, también cámara en mano haciéndonos fotografías y diciendo en tono amenazador: “Me he quedado con tu cara”. Y nada más, porque pacíficamente nos fuimos a seguir con nuestra actividad sindical”.
Sobre las declaraciones de Álvarez en relación al “techo de cristal” que, según ella, tienen encima las mujeres por el simple hecho de serlo, la CGT quiere aclarar que “no hubo expresiones machistas ni vejatorias”, por lo que le pide a la responsable de Recursos que deje de “ir de víctima por ser mujer”. “La mala gestión no se puede intentar ocultar con un victimismo absurdo y carente de base, se la critica por mala gestora no por ser mujer”, apuntan.