La Diócesis de Asidonia-Jerez ha dado un paso hacia una forma innovadora de evangelización. El pasado 28 de junio, coincidiendo con la solemnidad del Inmaculado Corazón de María, se dio a conocer el nombre del responsable de la recién creada Delegación Diocesana de Evangelización del Turismo, un proyecto que se hizo público semanas antes, el 3 de junio, durante la festividad de San Juan Grande, patrón de la diócesis.
Al frente estará Javier Jiménez López de Eguileta, doctor en Historia, quien asume el reto con entusiasmo y visión: "La Iglesia también quiere acompañar a los visitantes", ha declarado en su primera intervención pública tras su nombramiento.
Su objetivo no es menor: conseguir que cada persona que cruce las puertas de los templos jerezanos viva algo más profundo que una simple visita turística.
Convertir turistas en peregrinos a través de la belleza
“El reto es que el turista entre en el templo como visitante, pero salga de él como peregrino”, ha señalado López de Eguileta. Una frase que resume el corazón de esta iniciativa que busca fusionar lo cultural con lo espiritual.
“La diócesis afronta con entusiasmo un desafío cada vez más evidente: el notable aumento del turismo en la región. No solo se trata del tradicional turismo cultural —valorado por su riqueza histórica y patrimonial—, sino también del llamado turismo social, ese que mueve a miles de visitantes a recorrer pueblos, detenerse en plazas y adentrarse con curiosidad en iglesias y templos”, ha explicado el delegado.
El proyecto se inspira en la llamada Vía de la Belleza propuesta por el papa Benedicto XVI. Una forma de evangelización que invita a descubrir la huella de lo divino a través del arte, la historia y la arquitectura religiosa.
La propuesta no busca imponer, sino ofrecer una experiencia distinta que permita al visitante conectar con algo más grande. “Queremos que a través del patrimonio, el visitante perciba la belleza de la divinidad”, ha expresado el delegado diocesano, convencido de que la espiritualidad también puede ser parte del viaje.
El equipo de la nueva delegación diseñará acciones pastorales y culturales específicas para acoger a los turistas que cada año llegan a Jerez y sus alrededores. La clave será, según Javier, “una atención cercana y personalizada”.
“El reto no es menor”, reconoce. “Pero lo asumimos con ilusión y compromiso, ofreciendo lo mejor que tenemos a esos miles de turistas que llegan a nuestras localidades a lo largo del año”.
López de Eguileta concluye con un mensaje claro: “Con este trabajo, podemos sacar muchos frutos”. La Iglesia local está decidida a no quedarse al margen del fenómeno turístico y convertirlo en una oportunidad para sembrar una semilla de fe.