Es el comentario recurrente estos días en la transitada zona del Gallo Azul, Esteve y Doña Blanca. No hay viandante que no alce la vista a ver cómo poco a poco la antigua cafetería La Vega deja de ser lo que era. Al menos durante unos meses, pues la idea de sus propietarios es reabrirla respetando la fisonomía típica del emblemático edificio. Como ya adelantó lavozdelsur.es, la reforma completa de las instalaciones era una de las cláusulas que tenía que cumplir el arrendatario Sui Ping Zhang, dentro del acuerdo al que llegó con la propietaria del inmueble, Cristina Herrero.
El empresario chino se hacía con el alquiler de la cafetería por los próximos 15 años, pero se veía en la obligación de remodelarlo por completo. Sin embargo, la crisis y problemas de licencia han ido retrasando todo hasta hace solo un par de meses, cuando el establecimiento cerró para al fin poder comenzar la ansiada (y necesaria) renovación. Ahora quedan por delante unos ocho meses de trabajo y casi medio millón de euros de inversión para potenciar un espacio hostelero en una posición envidiable en el centro de Jerez.
Pero sin duda, la reforma le dará vida a la zona alta de La Vega. La primera planta se verá ampliada, mientras que la terraza pasará de ser descubierta a cubierta y contará con otra gran barra central. La idea, tanto del arquitecto como del propietario del negocio es que mientras la planta baja y la primera planta sigan estando destinados principalmente a desayunos y comidas, este espacio tenga un fin más propio de bar de copas. De esta manera, se le dará por fin uso a este espacio tan desaprovechado en los últimos años debido a su mal estado.