El Festival Internacional de Cine de Granada Premios Lorca cerró su sexta edición con una gala histórica en la Sala Mae West. La noche destacó por la asistencia récord, un palmarés potente y la combinación de cine tradicional con talento emergente. La presentación de Jesús Albarracín y la modelo Carmen Laura reunió a unas 450 personas, consolidando al festival como uno de los referentes culturales del sur de España.
Durante la gala, la ciudad se llenó de rostros conocidos. Fernando Tejero recibió el Premio Lorca de Honor al Talento Andaluz, María Luisa Gutiérrez fue reconocida por su impulso a la industria y Antonio Panizza homenajeado por su trayectoria en estilismo cinematográfico. La alfombra roja reflejó la unión entre la industria profesional y la creatividad local, una mezcla que caracteriza al certamen desde sus primeras ediciones.
El talento jerezano se alza con dos premios
Entre los galardonados, Jerez brilló con luz propia. Dos cineastas de la ciudad, Andrea Ganfornina y Alicia Núñez, fueron reconocidas en categorías que ponen el foco en la creatividad y el riesgo narrativo. Este doble premio confirma el peso creciente del talento jerezano dentro del cine andaluz y la visibilidad que alcanza a nivel nacional e internacional.
Andrea Ganfornina se llevó el Premio Lorca al Mejor Guion por Quejío de Loba, un cortometraje producido por Quejío Producciones. La obra aborda la violencia de género desde sus raíces, apostando por la educación emocional como herramienta de cambio. Ganfornina defendió la importancia de contar historias que cuestionen lo aprendido y promuevan la reflexión, destacando el trabajo de todo el equipo que hizo posible el proyecto.
Por su parte, Alicia Núñez obtuvo el Premio Lorca al Mejor Cortometraje de Animación con One Way Cycle. La pieza se distingue por su sensibilidad narrativa y su propuesta visual original. El premio fue recogido en su nombre por Rafa Caballero, también jerezano y miembro clave del equipo de producción de ambos cortometrajes. Su labor técnica permitió que los proyectos mantuvieran coherencia y calidad artística.
Historias locales con alcance universal
El doble reconocimiento de Ganfornina y Núñez no solo pone a Jerez en el mapa cinematográfico andaluz, sino que también refleja una generación de creadoras que apuesta por historias locales con alcance universal. La ciudad, conocida por su cultura musical y festiva, se consolida así como semillero de talento audiovisual que combina sensibilidad, riesgo y compromiso.
Con esta edición, los Premios Lorca refuerzan su identidad: un festival capaz de unir tradición y modernidad, reconocimientos a la trayectoria y oportunidades para nuevas voces. Granada cerró nueve días de cine intenso y Jerez subió al escenario, dejando claro que el sur tiene mucho que contar.



