Jerez se toma en serio convertir su viñedo en la Toscana del Sur de Europa

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Tras años tratando de rentabilizar las infrautilizadas viñas y los singulares paisajes del Marco, la ciudad cuenta con más de 8 millones en fondos europeos para crear una ruta enoturística natural de 40 kilómetros.

Desde el Pago del Carrascal de la viña La Canariera, de González Byass, parte una red de caminos rurales, vías pecuarias y carreteras que llevan a viñas, bodegas, lagares y casas de viña interconectadas. Son 40 kilómetros de naturaleza que une Jerez para llegar al Pago de Balbaina de El Puerto. El objetivo final de esta iniciativa es transformar toda esta zona de viñedos y bodegas en una ruta enoturística única y singular, con proyectos que pueden servirse de una parte de los 8.319.465 euros de financiación de las tres líneas estratégicas del Grupo de Desarrollo Rural Campiña de Jerez. Un dinero del que 4,3 millones de euros proceden de los llamados fondos ITI, dedicados exclusivamente al desarrollo del enoturismo en la zona; otros 3,4 millones son con cargo a los fondos FEADER para proyectos de emprendedores y de empresas en la zona rural; mientras que 626.632 euros se sufragarán con fondos ITI para proyectos de empleo joven.

Hace años que lleva manejándose esta idea para el Marco, que pasa por convertir el viñedo infrautilizado de la comarca en una experiencia enoturística similar a las de otras regiones como Napa Valley (California) o la Toscana (Italia). En estos puntos donde se hacen los mejores vinos del mundo hace años que se ofertan visitas a complejos vitivinícolas, hospedaje en casas rurales, deporte y gastrononomía. En el caso de Jerez, esta ruta recorrería Pago de Carrascal, Marchanudo, Corchuelo, Añina hasta llegar a Balbaina. “Las bodegas  de Jerez han centrado el tema turístico en las visitas a las propias bodegas y ya es hora de abrirse al viñedo, al campo, como existe en otras partes del mundo. Es un momento único para presentar proyectos y aprovechar estos fondos”, ha resumido Salvador Guimera, director de producción de la Viña La Canariera.
Por su parte, Carmen Collado, presidenta del GDR Campiña de Jerez, ha explicado que los técnicos del grupo llevan tiempo estudiando estos proyectos en colaboración con la Junta, el Consejo Regulador y los propietarios de los viñedos y lagares. “Ya hay un trabajo previo, esto de hoy es un comienzo, ha habido reuniones y mesas de trabajo. Hay que definir bien la ruta y los caminos.  Es imprescindible un trabajo previo para ver que rutas son las más factibles y mejor se adaptan, hoy vamos a hacer un recorrido”. La presidenta del GDR de la Campiña ha realizado un llamamiento a la participación “para que cuando se abra la ventanilla tengamos que hacer un gran esfuerzo para seleccionar los proyectos. Queremos que se cree empleo y riqueza para esta zona, que es muy necesario”, ha enfatizado. 

José Manuel Miranda, responsable territorial de la Junta en materia de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ha reconocido que el enoturismo es la "asignatura pendiente" de los vinos de Jerez y de la tierra de Cádiz. “Tenemos que aprovechar estos fondos a través de los GDR para la puesta en valor de este patrimonio e intentar consolidar el enoturismo en este magnífico paisaje”, ha afirmado. El GDR, antes del verano, tendrá la "ventanilla abierta" para la recogida de los proyectos. “Cuando salga la línea de ayuda se aportarán los proyectos de la casa de viña, de los caminos de acceso, de señalética, un proyecto completo que facilite la visita. En la posible ruta que estamos diseñando hay una gran cantidad de vías pecuarias y queremos que se aproveche para adecentarlas”, ha explicado Collado.

José Manuel Miranda ha recordado que “el turismo de bodega está consolidado", pero aho, ha dicho, "queremos dar un salto para ofrecer mucho más porque tenemos un patrimonio en las casa de viñas que hay poner en valor”. El delegado territorial ha puesto de manifiesto la labor de la Junta en este cometido. “Las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente consideran muy importante poner estos fondos a disposición de bodegueros para recuperar este patrimonio y para que se cuente la historia y el origen de nuestros vinos”. Un tipo de turista “consumidor  exigente que quiere conocer la raíces y el origen los procesos de maduración y tipos de uva. Es un modelo de turismo que ya está en otros territorios del mundo, un turismo que funciona”, ha apostillado. 

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