La Policía Nacional ha llevado a cabo cuatro operaciones en los últimos días en Jerez de la Frontera y sus alrededores, que han culminado con la detención de cinco personas y la incautación de 10.930 litros de combustible. Este material estaba presuntamente destinado a abastecer a narcolanchas operadas por grandes organizaciones de narcotráfico en alta mar.
Durante las intervenciones, dos de los detenidos ingresaron en prisión provisional por orden judicial. Estos fueron interceptados ya sea mientras adquirían combustible en gasolineras de bajo coste o durante el transporte de la gasolina, que se realizaba sin las mínimas condiciones de seguridad, poniendo en riesgo a otros usuarios de la vía.
A los implicados se les imputa un delito relacionado con la tenencia y el transporte de sustancias inflamables sin cumplir con las normas de seguridad exigibles. En algunos casos, las pruebas obtenidas han permitido también imputar delitos por pertenencia a organización criminal.
Nuevas rutas
Las operaciones forman parte de los esfuerzos policiales para desarticular las redes de suministro de combustible que facilitan las actividades ilícitas de narcotraficantes en la zona, reforzando así la seguridad pública y el control sobre este tipo de delitos. Y es que, en los últimos meses, todo el entorno del Guadalquivir se ha convertido en una ruta habitual de los narcos. La actividad ya no sólo se desarrolla en municipios costeros como La Línea o Barbate, sino que también se ha extendido desde la desembocadura del Guadalquivir en Sanlúcar.
Esta situación ha provocado que se haya convertido en habitual observar narcolanchas en localidades como Coria del Río o la Puebla del Río. También más al norte de la provincia de Sevilla, a la altura de La Algaba, se han dejado ver estas embarcaciones protagonizando persecuciones con la Guardia Civil. Los gobiernos municipales han pedido refuerzos en la seguridad para evitar estos episodios.