La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas e investigado a otras trece en el marco de la operación ‘Pich’, centrada en el blanqueo de capitales derivado de una red criminal dedicada al tráfico de drogas desarticulada previamente en la operación ‘Trasmane’. Esta nueva fase se ha desarrollado en las localidades de Jerez, Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María, Marbella, Ibiza y Madrid.
La operación se enmarca en la investigación de las actividades financieras del grupo desmantelado en 'Trasmane', donde fueron arrestadas 15 personas y otras tres quedaron bajo investigación. Dicha organización introducía marihuana y hachís en países como Alemania, Holanda, Luxemburgo y Francia. Ahora, las pesquisas se han centrado en la estructura financiera que habría permitido ocultar los beneficios del narcotráfico.
Durante las actuaciones, los agentes se incautaron de numerosos vehículos de lujo, entre ellos un Mercedes valorado en más de 450.000 euros y un Rolls Royce que supera los 400.000 euros. También se inmovilizaron cinco sociedades jurídicas y se emitió una Orden Internacional de Detención. Los implicados están siendo investigados por los presuntos delitos de blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y, en uno de los casos, tráfico de drogas.
Según ha informado la Guardia Civil, tras el cierre de la operación anterior, el equipo de blanqueo de capitales inició una nueva investigación para rastrear los activos generados por la red criminal. Estas pesquisas revelaron que familiares de los principales implicados, junto con personas interpuestas, habrían sido utilizados para ocultar la propiedad real de los bienes adquiridos con dinero procedente del narcotráfico.
El grupo habría creado un sofisticado entramado financiero destinado a ocultar el origen ilícito de los fondos. Al frente de estas operaciones se encontraban personas cercanas a los principales investigados, muchas de ellas actuando como testaferros para evitar la incautación de los activos.
Las autoridades comprobaron que los miembros de la red disponían de múltiples domicilios seguros, además de un elevado número de vehículos y bienes de lujo, lo que les permitía moverse con discreción y mantener reuniones o transacciones fuera del alcance de las fuerzas de seguridad.
Coches de lujo dentro de la trama
Durante los once registros practicados en distintas localidades, se incautaron más de 34.000 euros en efectivo, once vehículos de alta gama, motocicletas y relojes de lujo, además de abundante documentación financiera relevante para el caso. A pesar de la juventud de los implicados, la Guardia Civil ha destacado el nivel de vida que llevaban. Entre sus propiedades figuraban una finca de más de 90.000 metros cuadrados en Ibiza, dotada de importantes medidas de seguridad y comodidades de lujo, y una mansión en Sanlúcar de Barrameda con instalaciones de alto coste, incompatibles con sus cortas trayectorias laborales y escasa cotización a la Seguridad Social.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado Mixto número 3 de Sanlúcar de Barrameda y ha contado con la participación de diferentes unidades de la Guardia Civil, entre ellas la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cádiz, los equipos de Madrid, Málaga e Ibiza, así como efectivos especializados en seguridad ciudadana, intervención rápida y unidades cinológicas de Cádiz y Málaga.
