La Atalaya o el Museo del Enganche son espacios para zambombas de gran nivel musical y un ambiente diferente cada año en Jerez. Más municipal y empresarial, de Reyes Magos y bodegas y caballos, suele ser otra cosa. Este año, como es lógico, no ha podido tener la barra, el ambiente, los abrazos y los brindis de otros años.
Jerez, como ya se sabe, este año no permite zambombas, porque congregan a demasiadas personas y pueden ser focos de contagio. 2020 traía esto para rematar, un año donde que no suenen las palmas no es ni mucho menos el mayor de los muchos problemas que azotan al mundo.
Pero si la zambomba, la reunión, no está permitida, sí lo están los conciertos con aforos limitados. La cultura, insisten desde el sector, es segura. Hay que tener precauciones y, un año más tarde, quién iba a imaginar que tendría que desarrollarse así la cita del Enganche.
El tiempo, al menos, ha acompañado y ni una gota ha empañado a las actuaciones del día, con estrellas como Juana la del Pipa o la familia Moneo en el cartel. Hace seis años que la zambomba es BIC, Bien de Interés Cultural. No merece menos la alegría de la Navidad de Jerez. Pero sí resulta desangelado, incluso para unos ojos ya acostumbrados a 2020, que no conlleven la alegría de siempre, sino otra, más centrada en lo musical.
Las actuaciones arrancaron a las 12 de la mañana con Lidia Hernández, Davinia Jaén, Gema y Carmen Cantarota, Manuel Cantarote, José María Núñez, Israel López,Ramón Trujillo, Macarena de Jerez, Manuela Núñez, Antonia Núñez, El Uño, Juan de la María, El Borrico e Ismael Heredia.
Tras un receso, a las 16:00 horas actuó Jerez, una Navidad diferente conformada por Tía Juana la del Pipa, Eva del Rubichi, Anabel Rosado, Carmen Grilo, Tamara del Tañé, Manuel Moneo, Juan Lara, Melchora Ortega, Javier Ibáñez, y Juan Manuel Moneo.
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