Jerez tendrá un cuarto de siglo después una revisión profunda de su Ordenanza Municipal de Prevención de la Contaminación Acústica, que estará adaptada a las normas nacional y autonómica, incluido su régimen sancionador. En este caso, las infracciones muy graves pueden alcanzar los 300.000 euros, la suspensión de licencias e incluso clausuras definitivas de locales que incumplan de forma reiterada la ordenanza.
El pleno de enero aprobó de forma inicial, el pasado viernes, una norma que, como principal novedad, da prioridad a que la Policía Local o el personal en funciones de inspección medioambiental puedan formular denuncias por infracción leve ante los incumplimientos que no requieran comprobación acústica.
Esto significa que se acaba con la burocracia anterior que impedía que, en muchas ocasiones, un vecino denunciara escándalos fuera de hora o ruidos fuera de lo normal de vecinos, en la vía pública o en otras actividades y se pudiera actuar de inmediato. "La burocracia impedía atacar estos ruidos puntuales o esas molestias en una noche, porque había que iniciar un procedimiento y realizar las comprobaciones, lo que a la postre significa que la molestia ya no estuviera cuando se inspeccionaba", explican fuentes municipales.
Ahora, explica la literatura de la ordenanza, "el objetivo es dar prioridad a la intervención municipal mediante actuaciones dirigidas a prevenir y en su caso adoptar medidas correctoras y/o paliativas, dando la oportunidad al desarrollo de las actividades de forma adecuada y hacer posible su funcionamiento a la vez que preservar a los ciudadanos de las molestias que estas puedan ocasionar". Es un apartado que se denomina derecho al descanso y protección del domicilio frente a la inviolabilidad por contaminación acústica (ruido procedente de usuarios de la vía pública, ruido producido por las actividades domésticas o los vecinos…).
"El objetivo principal de la ordenanza —destacan las mismas fuentes— es preservar y reducir la contaminación acústica, garantizando la calidad de vida y la salud de los ciudadanos, sin añadir cargas administrativas innecesarias. Su justificación radica en el impacto del ruido en la salud y el medio ambiente, así como en los costes sociales asociados".
La ordenanza consta de cinco títulos, noventa y siete artículos, disposiciones adicionales, transitorias y finales, así como de anexos. "Estamos aprobando inicialmente esta ordenanza y estamos abiertos a recibir todo tipo de propuestas y sugerencias en esta fase que se inicia ahora", señalaba en pleno el teniente de alcaldesa de Servicios Públicos, Jaime Espinar, quien ha anunciado que este año saldrá a licitación la actualización del Mapa Estratégico de Ruido, que no se actualiza desde 2021.
"El ruido tiene un gran impacto en la salud y el medio ambiente y genera costes sociales asociados"
Como ha explicado el teniente de alcaldesa, con esta ordenanza se pretende reducir la contaminación acústica en Jerez, garantizando la calidad de vida y la salud de los ciudadanos. "El ruido tiene un gran impacto en la salud y el medio ambiente y genera costes sociales asociados, y con esta ordenanza, el Ayuntamiento dispondrá de una herramienta más ágil y eficaz para velar por la calidad acústica y la calidad de vida de los ciudadanos, buscando siempre el equilibrio con la actividad económica y comercial de la ciudad”.
En este sentido, esta ordenanza permitirá al Ayuntamiento llevar a cabo actuaciones dirigidas a prevenir y, en su caso, adoptar, medidas correctoras o paliativas en relación a actividades que generen ruidos, a la vez que preservar a los ciudadanos de las molestias que éstos puedan ocasionar.
Como ha señalado el teniente de alcaldesa, "han transcurrido más de dos décadas desde la aprobación de la última normativa municipal en esta materia, y durante este tiempo se han sucedido numerosas normativas y leyes de protección contra los ruidos, y es evidente que la que teníamos ha quedado obsoleta y alejada de la realidad, por lo que esta nueva ordenanza se hacía muy necesaria".
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