La Hermandad de Jesús Nazareno de Jerez ha reconocido la trayectoria de uno de sus miembros más emblemáticos. En un cabildo extraordinario celebrado este viernes 17 de octubre en la capilla de San Juan de Letrán, la cofradía de la Noche de Jesús ha concedido a José Castaño Rubiales el título de Hermano Mayor Perpetuo, en un acto cargado de emoción y unanimidad entre los asistentes.
El homenaje supone el reconocimiento público a quien fuera hermano mayor durante cuatro mandatos y figura esencial en la historia reciente de la corporación. Castaño Rubiales, nacido en Jerez el 8 de septiembre de 1942, ha sido durante más de siete décadas un ejemplo de devoción, compromiso y servicio dentro de la hermandad. Según se recordó en la sesión, su vínculo con Jesús Nazareno se remonta a la infancia, cuando su madre, Ana Rubiales, “depositó su fe a los pies de Jesús Nazareno cuando él era apenas un niño enfermo”. Desde entonces, su vida ha estado unida a la cofradía.
Un nazareno de toda la vida con legado histórico
La propuesta para otorgarle el título partió de la cuadrilla de cargadores del paso de Nuestra Madre y Señora del Traspaso, que el pasado septiembre presentó formalmente la iniciativa acompañada de un detallado informe sobre su trayectoria. Durante 76 años ininterrumpidos, Castaño ha vestido el hábito morado en la Noche de Jesús, la mayoría bajo el paso de la Virgen del Traspaso, cumpliendo su penitencia “año tras año con la misma fe y humildad”, según se destacó durante el acto.
Su compromiso con la hermandad se consolidó en 1986, cuando asumió la Secretaría durante la mayordomía de José Pérez Luna Gallegos. A la muerte de este, fue elegido hermano mayor, cargo que desempeñó durante cuatro legislaturas consecutivas. Entre sus logros más relevantes, se encuentra haber impulsado junto al entonces obispo Rafael Bellido Caro el decreto que permitió por primera vez la incorporación de mujeres a la Junta de Gobierno con voz y voto, una decisión pionera en el ámbito cofrade jerezano que marcó un antes y un después.
Bajo su mandato, la hermandad fortaleció su acción social con la creación de las Cáritas Nazarenas, destinadas a apoyar a familias en situación de vulnerabilidad, además de impulsar la atención a enfermos y mayores y fomentar la formación religiosa. Entre sus iniciativas más recordadas figura la creación del primer columbario fuera de los cementerios oficiales, situado en el templo de Cristina, que permitió a los hermanos “descansar eternamente junto al Santísimo Cristo de la Buena Muerte”.
Durante sus años de servicio también se instituyeron los Veranos Nazarenos, las excursiones a santuarios y los hermanamientos con otras cofradías, entre ellos el de la Hermandad del Cristo de la Expiración, considerado uno de los más significativos en la historia cofrade de Jerez. Castaño, además, pregónó la Semana Santa de Jerez y de Jesús Nazareno, recibiendo reconocimientos de diversas instituciones, incluido el título de Hijo Predilecto de la Ciudad, otorgado por el Ayuntamiento de Jerez.
Tras dejar el cargo, ha seguido vinculado a la hermandad con la misma dedicación de siempre, visitando a diario a los Sagrados Titulares y ofreciendo consejo a las nuevas generaciones. Con su nombramiento como Hermano Mayor Perpetuo, la Hermandad de Jesús Nazareno consagra una trayectoria marcada por la fe, la entrega y la humildad, reconociendo a quien, según los hermanos, “ha hecho de su vida un servicio permanente a Jesús Nazareno y a su pueblo”.