Las Hermanas de la Cruz: 75 años en Jerez prestando "atención y ayuda a los enfermos y pobres"

Los premios Ciudad de Jerez conceden la distinción a la Excelencia a esta Orden por cumplir las bodas de diamante de su llegada a la ciudad

Religiosas de la Orden en el patio del convento Jerezano.
Religiosas de la Orden en el patio del convento Jerezano. JUAN SALIDO

Ver recorrer las calles de la ciudad a las mojas de las Hermanas de la Cruz es una imagen que se ha vuelto habitual en el paisaje diario. Incansables, siempre de dos en dos, cada día recorren la distancia que sea necesaria en su labor mendicante y asistencial, uno de los carismas que son propios e indelebles en la misión de estas monjas de la congregación fundada por santa Ángela. Ahora se cumplen las bodas de diamante de su llegada a Jerez.

Hace 75 años, ocho hermanas de la Orden se desplazaron a la ciudad para disponer y arreglar lo que fue la primera casa conventual, que fue inaugurada el 2 de julio de 1947. Esta fundación fue solicitada por un grupo de jerezanos y jerezanas, hasta doce como patrones de origen, que hicieron la donación de la casa-habitación que las hermanas ocuparon para su establecimiento en la calle Luis de Ysasi, donde siguen viviendo pero ya en un edifico más amplio y moderno. Además, este grupo de donantes se comprometió a asegurar la estabilidad económica de la nueva fundación.

Una hermana novicia en el dintel de la puerta de acceso al convento.     JUAN SALIDO
Una hermana novicia en el dintel de la puerta de acceso al convento.     JUAN SALIDO

Con motivo de esta efemérides, el Ayuntamiento le ha concedido el Premio Ciudad de Jerez a la Excelencia, reconocimiento que le será entregado el 9 de octubre en el acto en el que también recibirán sus premios las otra nueve entidades y personas que han sido galardonados con uno de ellos en las diferentes disciplinas en los que están establecidos. Son alrededor de 15 las religiosas que habitan este cenobio que también es un centro de acogida de hasta 25 mujeres mayores que conviven con las religiosas. También hacen una importante labor asistencial y de ayuda en alimentos a decenas de personas que reciben lo que va entrando por las puertas del convento mediante donaciones.

Esa labor asistencial de puertas adentro, la atención permanente de las ancianas, es tan apreciada que la lista de espera para porder acceder a una de las 25 plazas es interminable. En este sentido, los costes de este trabajo como centro de acogida se financian con aportaciones de las propias internas, las que pueden porque no todas tienen esa posibilidad; así, se convierte en otro frente económico en el que deben emplearse para amortizar los costes, siempre con donaciones.

La casa de las Hermanas de la Cruz quedó instalada con todos los detalles y se puso bajo el patrocinio de la Virgen del Carmen. Estos días, Jerez celebra “con inmenso gozo y gratitud la presencia de la Compañía de la Cruz, año tras año, día tras día, minuto tras minuto, compartiendo durante 75 años el devenir de  este pueblo, de tantas vidas, de una fe sencilla y profunda”, manifiesta la hermana superiora, añadiendo la siguiente reflexión ante el premio y la efemérides: “De este bendito paso por nuestro pueblo, saben mucho los jerezanos que han gustado el vino sanador de sus palabras, de sus gestos, de su oración y sacrificios, emulando, en lo que les es posible, el carisma primigenio de una gran mujer, pequeñita de cuerpo pero de alma grande, santa Ángela de la Cruz”.

La superiora explicita con detalles la labor de cada día de las religiosas en sus misiones, destacando que "nuestra labor en Jerez ha sido y es la atención y ayuda a los enfermos y pobres, así como la asistencia en sus domicilios, residencia de mayores y clases nocturnas de niñas, catequesis de niñas y adultas". 

Religiosas en el interior del convento de la calle Luis de Ysasi.     JUAN SALIDO
Religiosas en el interior del convento de la calle Luis de Ysasi.     JUAN SALIDO

A escala social, en Jerez la congregación ha logrado el cariño y el apoyo no solo de particualres sino también de entidades muy diversas, entre ellas, las hermandades, una de las cuales, la del Consuelo, actualmente tiene su sede provisional en la capilla del convento. Esta cofradía, desde su fundación, se inspiró en el carisma de las Hermanas de la Cruz. A día de hoy es una de las que prestan un apoyo diario a las religiosas. También la de Los Judíuos mantiene unos estechos lazos que le permiten estar muy atentos a sus necesidades. De hecho, la Orden es camarera perpetua y honoraria de la Virgen del Desconsuelo.

La Compañía de la Cruz fue fundada el 2 de agosto de 1875 por sor Ángela de la Cruz. Su primer convento estuvo en la calle San Luis de Sevilla y tiene como fin llevar una vida reigiosa de clausura y ayudar a los necesitados. La fundadora, sor Ángela, consideraba su padre espiritual a san Francisco de Asís y quería alcanzar esos niveles de humildad ante Dios. Ángela de la Cruz fue beatificada el 5 de noviembre de 1982 en Sevilla en una ceremonia presidida por san Juan Pablo II. Fue canonizada el 4 de mayo de 2003 en Madrid en otra ceremonia presidida por el mismo pontífice. El 18 de septiembre de 2010 la madre María de la Purísima, que fuera madre general de la Compañía entre 1977 y 1998, fue beatificada. Su ceremonia de canonización, presidida por el papa Francisco, tuvo lugar en Roma el 18 de octubre de 2015. 

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

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