Si hay alguien que conoce los efectos de la crisis y sus consecuencias ese es José Chamizo. El que fuera durante 17 años Defensor del Pueblo andaluz está acostumbrado a tratar con personas sin recursos, a las que echa una mano cada vez que puede. Lo hizo durante su estancia como Defensor del Pueblo y lo hace ahora, aunque desde otros ámbitos. Creó una ONG llamada Voluntarios por otro mundo, que en la ciudad atiende a presos sin recursos o a jóvenes extutelados. Una organización que hace unos días pidió ayuda públicamente porque se encuentra desborrada por la demanda de personas que recurren a ella para "sacarlos de la calle".
Por eso nadie mejor que Chamizo para disertar sobre la Crisis económica y exclusión social, que es el nombre de la conferencia que ofreció en el Ateneo de Jerez este jueves. "La crudeza de la crisis la hemos ido conociendo a poco", aseguró. Y lo tiene claro: "A quien más ha afectado es a la clase media". Por eso lamentó el aumento del índice de suicidios, de muchas personas que agobiadas por las deudas deciden quitarse la vida. Muchas otras, han acabado "mermadas por culpa de la administración", que les prometió la concesión de ayudas al alquiler o a la dependencia que nunca recibieron o que cobraron después de mucho tiempo. "Muchos hasta dejaron sus trabajos porque esperaban cobrar estas ayudas", matizó.
La realidad es que hoy en día "tener un puesto de trabajo no garantiza que puedas vivir dignamente", según Chamizo. "Hay trabajos de 400 o 500 euros a los que la gente va de cabeza", como el ya conocido caso Mayte, de la panadería que ofertaba 500 euros por 9 horas diarias de lunes a domingo. Repasó los datos de desempleo, que aún siendo "muy potentes", en los últimos meses "han mejorado".
E hizo la pregunta del millón: "¿Habiendo en Andalucía un millón de parados como es que no pasa nada?" Chamizo tiene tres posibles explicaciones. La primera, la economía sumergida. En Jerez afloraron el año pasado casi 750 empleos ilegales, una actividad que en expedientes liquidatorios por cotizaciones a la Seguridad Social que eran ilegales recaudó unos 9,7 millones de euros. "Es un elemento negativo pero es lo que hay, cuando no hay nada es a lo que recurre mucha gente", apuntó Chamizo, quien también se acordó del repunte en tráfico de drogas que supone una situación como la actual. El segundo motivo por el que "no pasa nada" son las familias. "La vida de las personas mayores ha empeorado, porque ahora los hijos viven de la pensión". Por último, la solidaridad. "La persona que ayuda al vecino con una labor callado, no consta en ningún sitio pero eso está ahí". "No hemos perdido toda nuestra dimensión humana".
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