La llegada de la Semana Santa provoca cambios en el tráfico en el centro de Jerez cada año. Es la situación habitual desde días antes del Domingo de Ramos, por el montaje de los palcos y la transformación que sufren zonas como la Alameda Cristina o el Arroyo, y sus zonas colindantes.
En la zona del Mamelón, desde alrededor de diez días antes del inicio de la Semana Santa, se han trasladado varias paradas de autobuses urbanos que finalizaban su recorrido en la rotonda de los Casinos. La causa, el montaje de los mencionados palcos.
Por ello, zonas donde hasta ahora se podía aparcar ahora tienen una señal de autobús. La cuestión es que muchos conductores tienen interiorizado que el tramo de la calle San Juan Grande, frente a la salida del parking subterráneo del Mamelón, es zona azul. Estos días, a pesar de que la pintada en el suelo se mantiene, no lo es.
Esto ha provocado que mucha gente que llega al centro desde la avenida Álvaro Domecq y calle Sevilla se vea en la tentación de aparcar en una zona que habitualmente es de pago y aparcamiento rotatorio de ORA.
La Policía Local está advirtiendo a los conductores en las últimas fechas si les ven aparcar. Pero si encuentran su coche ya estacionado, la obligación es la de proceder con multa por mal aparcamiento.
Asimismo, mientras aparece el conductor, también se da aviso a la grúa, como es preceptivo, porque a fin de cuentas, aunque sea por unos días, lo que antes era zona azul es ahora aparcamiento en parada de autobús.
Si entre que se da aviso y la llegada de la grúa no aparece el conductor, efectivamente el vehículo será acarreado al depósito municipal, lo que supone un sobrecoste para retirar posteriormente el coche.
En cualquier caso, ante situaciones como estas, lo mejor es preguntarse por qué una zona donde habitualmente no hay aparcamiento está ahora libre. Esa sospecha sirve para volver a observar las señales que ya están interiorizadas. Así, se puede comprobar que ahora no está permitido el aparcamiento.
Pero la mayor sospecha es el reguero de pegatinas de color naranja en los bordillos, que se ubican en el aparcamiento donde la grúa ha retirado un vehículo. Un reguero en alguna calle del centro.