Ganemos pide mejores accesos al botellódromo de la Feria para no tener un 'caso Madrid Arena'

La agrupación de electores considera que las entradas y salidas al recinto son insuficientes y peligrosas.

La Feria de Jerez debe ser un lugar accesible para todas y todos, un lugar donde la gente pueda convivir en armonía y libertad por el recinto ferial, en sus casetas y en sus inmediaciones. El Ayuntamiento y las autoridades pertinentes son responsables de facilitar el paso de las personas a las zonas de un modo amable, responsable, ordenado y siempre con un plan al respecto sobre las emergencias que pudieran suceder, apuntan desde Ganemos Jerez, que señala que la nueva “zona de esparcimiento para jóvenes” —ese eufemismo de botellódromo— situada en el jardín de El Bosque tiene dos únicos accesos: una puerta grande que conecta con la Avenida Álvaro Domecq —y que corresponde a la entrada del carril bici—, y un pasillo de escasos metros que conecta la zona del botellódromo con el recinto ferial y con las casetas.

Los accesos son, para Ganemos insuficientes ya que, en caso de incidente, y teniendo en cuenta el volumen de visitantes que acude a la Feria, podría resultar nefasto. La agrupación critica que la estructura actual responde a un modelo clasista, que margina a los jóvenes en un “gueto” y los aísla del resto de jerezanos y jerezanas. "No es de recibo arrinconarlos en una zona que incumple los requisitos mínimos de seguridad y de accesibilidad", por eso Ganemos se pregunta por qué se ha cambiado de sitio el botellódromo a un lugar todavía más acotado y restringido.

"La reubicación del botellódromo de la Feria no es otra cosa que la consecuencia última del esperpento urbanístico que ha supuesto la construcción de un restaurante en pleno parque González Hontoria, una concesión del gobierno de María José García-Pelayo que a todas luces se presenta como un uso inadecuado de lo que debe ser un parque urbano", apuntan desde Ganemos, que asegura que la apertura del restaurante enfrenta el uso privativo y la concepción elitista del restaurante con el interés general de un espacio de ocio para los jóvenes.

Por todo ello, Ganemos pide al teniente de alcaldesa de Dinamización Cultural, Francisco Camas, autocrítica y capacidad de maniobra para revertir esta situación, ya que "la imprudente arquitectura trazada podría dar lugar a una desgracia del estilo del Madrid Arena al provocar un efecto embudo". "La solución no pasa —añaden— por aumentar los efectivos de seguridad, poner más cámaras o potenciar planes coercitivos, el dilema se soluciona con un modelo más abierto, integrador, accesible, estudiado y que vele por el interés común de los jerezanos y jerezanas".