Ni moción de censura, ni dimisión, ni relevo en la Alcaldía, fuentes socialistas descartan que la marcha atrás en el conflicto del ERE tenga consecuencias políticas inmediatas para Mamen Sánchez.
Algo más de un año después del cambio de gobierno, el ejecutivo municipal del PSOE vive un momento crítico tras la negativa a aprobar en pleno los acuerdos transaccionales previos a la readmisión de los afectados por el ERE municipal del PP. Las lagunas legales que presenta esta decisión, a la que se le lleva dando vueltas desde el comienzo del mandato, han propiciado la marcha atrás al procedimiento para la reincorporación, pese a que hace menos de un mes los ex empleados públicos ya rozaban con la punta de sus dedos volver a su puesto en el Ayuntamiento. A la vista de este revés, ¿en qué situación queda la alcaldesa, Mamen Sánchez, si se tiene en cuenta que este fue uno de sus grandes compromisos electorales? Ganemos e IU, sus principales apoyos políticos, han pedido su dimisión, pero sin aclarar cuál es la alternativa y teniendo presente que la socialista ya ha dejado claro que no piensa dejar las riendas del Consistorio. Una moción de censura —solo puede hacerse una por mandato— para "hacerla caer", como han llegado a afirmar, supondría en la práctica devolver la Alcaldía a María José García-Pelayo. En paralelo, esperar un movimiento interno en el PSOE para relevarla también parece poco probable. "Cualquier paso en falso y seguir desgastando al gobierno, especialmente a la alcaldesa, supondrá dar en bandeja el gobierno local al PP dentro de tres años", asegura un destacado dirigente socialista a lavozdelsur.es.
"Lo único que tenemos que hacer ahora mismo es recuperar la credibilidad, explicar muy bien la situación, por qué no se va a asumir la readmisión, y empezar a sacar proyectos adelante y que se refleje en la ciudad. Pero que se explique muy bien todo", demandan estas fuentes socialistas, que sostienen que "hoy por hoy, con los informes en contra y con el PP afilando el cuchillo, es imposible jugársela, viendo además los antecedentes de los exalcaldes de esta ciudad". La pasada semana, durante la visita que realizó la presidenta de la Junta y lideresa socialista, Susana Díaz, a Navantia, la alcaldesa tuvo la oportunidad de trasladarle in situ, y en presencia del vicepresidente Manuel Jiménez Barrios, su preocupación por el bloqueo que sufre la ciudad ante la ausencia de secretario —lo que impide celebrar plenos y aprobar, entre otras cosas, el Presupuesto del año en curso—, y sus temores ante las dudas legales que entraña validar los acuerdos transaccionales para la readmisión de los afectados del ERE.
En una conversación "rápida y superficial", fuentes socialistas aseguran que Díaz se mostró comprensiva ante esta situación y que incluso emplazó a Sánchez y a todo su ejecutivo local a una reunión en Sevilla, que en principio estaba prevista para el pasado jueves. Tras el devenir de los acontecimientos en el PSOE a raíz de las incendiarias declaraciones de Felipe González en una entrevista en la SER el pasado miércoles, y en previsión del comité federal a cara de perro que iba a celebrarse el fin de semana —como así fue—, la cúpula andaluza suspendió el encuentro. En todo caso, las fuentes del partido a nivel local consultadas descartan que Susana Díaz se pueda plantear si quiere forzar la renuncia de Mamen Sánchez ante un asunto "en el que se ha hecho lo que se ha podido y hasta donde ha permitido la ley". "Por algo así Susana no va a autorizar quitar a nadie, y ni mucho menos porque lo digan Ganemos o IU", expresan las mismas fuentes. E insisten: "Ahora hace falta pegamento y volver a dar sensación de unidad, y tirar del carro. Cualquier movimiento que se haga va a ser para darle la Alcaldía al PP ahora o en tres años. El papel de Ganemos e IU está muy bien, pero que no desgasten más y actúen con inteligencia porque lo que van a conseguir es que vuelva a gobernar el PP". La exalcaldesa Pelayo, de hecho, ya ha reclamado "valentía" al resto de la oposición para plantear una moción de censura y que "gobierne el partido más votado".
Sobre una posible maniobra interna para descabalgar a Sánchez a la vista del devenir de los acontecimientos, las fuentes socialistas consultadas son taxativas: "Va cuesta abajo si alguien en mi partido piensa eso, se equivoca de plano. ¿Porque hay serias dudas de irregularidades si se aprueban las readmisiones? ¿Por eso se va a forzar una dimisión? ¿Porque lo piden Ganemos e IU? Espero que los demás compañeros entiendan que eso es una lucha perdida, no va a ser posible, una cosa será el deseo de algunos y otra la realidad. No va a haber nada". "El que conozca un poco la historia de este partido lo sabe: a los alcaldes los quitan los ciudadanos o los quita un juez. No es de recibo crear ningún debate con Ganemos, ni IU, ni nada", zanjan.