El colectivo antitaurino pide firmas en internet para que el Obispado cese al capellán del tanatorio por ir a los toros y niega que lo insultaran, algo que rebate el religioso.
El paso de José Tomás por Jerez sigue dando que hablar, sobre todo en internet, donde hay auténticos debates entre aficionados a los toros y antitaurinos sobre la concentración que se celebró antes de la corrida del pasado sábado pidiendo su eliminación al no considerararlas arte, sino tortura. Unos y otros se acusan de cruzarse insultos y malos gestos, hasta el punto de que incluso un religioso, aficionado a los toros, se ha visto envuelto sin quererlo en medio de la polémica tras acudir a la plaza ataviado con su alzacuellos, lo que hizo que muchos animalistas le recordarán el mandamiento de “no matarás”.
Es más, el colectivo antitaurino de Jerez ha elevado al Obispado de la diócesis una petición de cese contra este religioso a través de la plataforma change.org. “No sólo apoya el mundo del toreo, donde un animal indefenso, creado por Dios, con los mismos derechos que el resto de los seres vivos, es brutalmente agredido hasta dejarlo exhausto y darle una muerte agónica, sino que se jacta de ello públicamente en redes sociales, difundiendo fotos de ello”, afirma el colectivo, que añade que ha acusado falsamente a los manifestantes de amenazarlo de muerte con gestos y de gritarle asesino.
En declaraciones a lavozdelsur.es, el sacerdote, Manuel Jesús Barrera, vicario de San Miguel y capellán en el hospital y el tanatorio, le quita importancia al asunto diciendo que “no pasó nada del otro mundo" si bien se reafirma en que los manifestantes se sobrepasaron con él. “Yo fui vestido de cura, porque no me oculto de lo que soy, y ya empezaron a decirme cura asesino, no matarás y me hicieron un gesto en el cuello como amenazándome de muerte. Al ver eso me fui a un policía y le pregunté si eso no era delito, y él me dijo que no se quería meter en nada. Y que ellos ahora digan que no me dijeron asesino... Eso ya es entrar en un diálogo en el que no voy a entrar, pero igual que me lo dijeron a mí se lo dijeron a los chavales de la escuela de tauromaquia".
Sobre la solicitud de su cese también le resta importancia. “Me gustan los toros, lo reconozco. ¿No voy a poder ir? Yo puedo estar en contra de la ópera pero no me voy al teatro a manifestarme. Y me da igual que lo hagan, lo que no pueden es insultar a la gente por ir a los toros”.
Desde el obispado, por su parte, señalan que no van a emitir ningún comunicado al respecto puesto que el tema sólo tiene que ver con la particular afición de un sacerdote.
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