Desde que la Fiesta de la Bulería abandonara la Plaza de Toros de Jerez en el año 2012 y Juan Moneo Lara 'El Torta' pronunciara sobre el escenario la lapidaria frase "el flamenco tiene reuma y no le gusta el cemento", el tercer festival de verano más antiguo de Andalucía navega en una continua deriva, a la que nadie ha conseguido fijar el rumbo y apuntar el timón en la dirección correcta, más de una década después.
A partir de mañana, hasta el próximo viernes, la Plaza Belén será otro de los espacios que apuntará en su dietario acoger este evento que ha deambulado por la ciudad de forma itinerante — Mamelón, Alcázar, Alameda Vieja, Museo de la Atalaya...— y que pide una estabilización de forma urgente, si no quiere terminar claudicando a las nuevas propuestas que se ofrecen a sus alrededores y que han demostrado su capacidad de convocatoria.
En un nuevo intento de revitalizar este encuentro flamenco — esperemos que algo más exitoso que los anteriores— la programación elaborada por Fundarte ofrecerá en 2025 cuatro jornadas de puertas abiertas, con la esperanza de conseguir el plácet de un público que si parece este año más predispuesto a participar. O, al menos, así ha quedado reflejado por parte del respetable en los Viernes Flamencos, que han dejado pequeño Los Claustros de Santo Domingo. Todo sea dicho.
No obstante, la fiesta flamenca por antonomasia de la ciudad — Festival de Jerez aparte— juega en otra liga y se enfrenta ahora al reto de un espacio nuevo, con una propuesta cuanto menos diferente a la que, al menos, hay que conceder el beneficio de la duda y analizar con cautela los resultados porque su situación es más delicada de lo que aparenta y las necesidades de aplicar criterios serios de gestión cultural — subvenciones y ayudas institucionales incluidas— son más que necesarias.
Una de las principales novedades que presentará este año — y de la que habrá que estar muy atentos— es la ampliación del programa de contenidos a nuevos públicos, con una jornada de convivencia en torno al flamenco y la bulería en formato verbena, rodeados de furgonetas que harán las veces de servicio de bar donde poder saciar el apetito y recordar, por parte de los más viejos del lugar, las noches de bocadillo y nevera de la Plaza de Toros.
Clases de bulerías por parte de La Chiqui de Jerez, juegos infantiles, la posibilidad de visitar el Centro de Interpretación Lola Flores o la actuación de Eva del Cristo al cante, Santiago Moreno al toque y José Peña a las palmas, todo ello bajo el título To entra por bulerías, buscarán acercar a los más pequeños al flamenco, desde un punto de vista lúdico, antes de entrar en los días más serios del evento, en un espacio de la ciudad que no termina de arrancar nunca por muchos intentos que se hagan.
Tras el entorno convivencial de la jornada inaugural, también con carácter abierto y gratuito, se llevarán a cabo tres espectáculos, los días 20, 21 y 22 de agosto, por parte de David Lagos, Melchora Ortega y Agujetas chico; Fernando Soto, Mara Rey y Coral de los Reyes; y Elu de Jerez, Barullo y Manuel de la Fragua, respectivamente.
Y con la esperanza de que "dos cervezas y un montadito no vuelvan a este año a ser más caro que el precio de la entrada", el sábado 23 de agosto llegará el día grande del evento en el Patio de la Tonelería de la Bodega González Byass.
En ella participarán Capullo de Jerez, que vuelve a evento donde ha dado innumerables noches de gloria, Dolores Agujeta y Diego Carrasco con su familia, además del grupo por bulerías que va a capitanear Antonio Malena con Rocío Marín y en el que ejercerá de artista invitada María del Mar Moreno.