Un joven envuelto con una bolsa, trajes remangados y llenos de barro, y zapatos empapados. Una intensa tromba de agua ha transformado este viernes el Real de la Feria del Caballo de Jerez en un escenario caótico e intransitable. El recinto del Parque González Hontoria, epicentro de la celebración, se ha visto abruptamente afectado por la lluvia, provocando que las miles de personas que disfrutaban del ambiente festivo tuvieran que salir precipitadamente en busca de refugio en las casetas. Las precipitaciones, de gran intensidad, llegaron a primera hora de la tarde y dieron lugar a estampas insólitas.
La tormenta, que ha sido anticipada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha dejado imágenes llamativas: personas agazapadas tras telas de las casetas y mesas desiertas con la comida aún intacta. La repentina fuerza del agua generó verdaderos ríos en el interior del recinto ferial, alterando completamente el transcurso normal de la jornada. Lo que hasta minutos antes era un bullicioso entorno festivo se convirtió en un intento colectivo de resguardo improvisado.
Otra de las escenas más virales ha sido el momento en el que un jinete ha entrado con su caballo dentro de una caseta para resguardarse de la intensa lluvia.
Alerta amarilla por lluvias y tormentas
La Aemet mantiene activado el nivel de riesgo amarillo por lluvias y tormentas para este viernes en la provincia de Cádiz, particularmente en la zona de Grazalema, desde las 12.00 hasta las 19.59 horas. La probabilidad de precipitaciones oscilaba entre el 40% y el 70%, con posibilidad de alcanzar hasta 15 mm en una hora, previsión que se cumplió con precisión.
La Campiña gaditana también se encuentra bajo el mismo aviso meteorológico, que se prolongará hasta el final de la tarde. Las autoridades no descartan nuevas incidencias debido a las condiciones meteorológicas inestables que afectan a ambas comarcas.
Aunque la lluvia ha supuesto un freno temporal a la celebración, se espera que la actividad se reanude una vez cesen las precipitaciones. Por ahora, los asistentes y organizadores permanecen pendientes de la evolución del tiempo, con la esperanza de que el resto de la feria transcurra sin más sobresaltos.
