Salvador Salvago Mora ha fallecido en El Puerto este domingo a los 92 años de edad. Comenzó su etapa en el Consistorio jerezano en 1955 con Álvaro Domecq como alcalde; luego Tomás García-Figueras, y Miguel Primo de Rivera, hasta llegar a la democracia.
En 1979, entrega el bastón de mando a Pedro Pacheco, con quien despacharía durante sus años de alcalde, hasta que Salvago se jubiló. En total, estuvo trabajando durante 48 años como letrado y secretario general del Ayuntamiento de Jerez.
"Cuando entré era el que mandaba en el Ayuntamiento, pero los dos aceptamos nuestro papel y nos entendimos; era la persona más valiosa que había en el Ayuntamiento, el que siempre encontraba soluciones a todos los problemas", apuntala a este periódico el exalcalde Pedro Pacheco.
Desde el Ayuntamiento de Jerez, en un escueto comunicado, han expresado "nuestro más sentido pesar por el fallecimiento de Salvador Salvago, que durante muchos años fue secretario del Ayuntamiento de Jerez. Lamentamos su perdida y trasladamos nuestras condolencias a sus familiares y allegados".
Además de expresar sus condolencias, desde el PP de Jerez han valorado "la extensa trayectoria de Salvador Salvago dedicada a Jerez y los jerezanos desde su responsabilidad municipal habiendo contribuido al funcionamiento del Ayuntamiento en momentos de muchos cambios. Desde el PP trasladan su pesar por esta triste pérdida a la familia y amigos".
Una de esas interesantísimas piezas de Juan Pedro Simo, el periodista de Diario de Jerez entrevistaba a Salvago y éste dejaba respuestas para la historia de la vida municipal en Jerez. "Al principio no me hacía caso –decía sobre los primeros años de Pacheco como alcalde—. Lo pasé fatal.. Hasta que, con el tiempo, llegamos a una entente cordiale. Él en su sitio y yo en el mío. Pedro hacía cosas que no eran normales. Fue un magnífico gestor. Magnífico. Y Jerez le debe mucho. Hizo una gran ciudad. Jerez era un pueblo y las ‘barbaridades’ que hizo y que algunos criticaron, pues ahí están: es el caso del circuito".
En otro momento de la entrevista mantenía: "Yo me he llevado bien con todos los alcaldes. Con Miguel (Primo de Rivera) ocurrió algo curioso, porque hasta esa fecha los secretarios de los ayuntamientos tenían un gran poder, mientras que los alcaldes no eran gestores, eran representativos y todo el peso diario del trabajo recaía sobre los secretarios… Hasta que llegó Pacheco y dijo que ‘aquí mando yo’".
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