Uno de los ex trabajadores de la empresa sanluqueño-jerezana cuenta en primera persona cómo le comunicaron el despido. La gerente de La Ibense asegura que "deberemos agotar el patrimonio familiar antes de que llegue el momento de apagar el interruptor"
La despidos realizados por La Ibense-Bornay ha puesto a la empresa sanluqueño-jerezana en el punto de mira de los sindicatos. Sin ir más lejos, CCOO denunció la semana pasada que "se ha convertido en todo un fraude para Sanlúcar, Jerez y toda la provincia". Desde el pasado mes de octubre han sido más de una docena los trabajadores despedidos por La Ibense, "sin motivo aparente, alegando que objetivamente no se está vendiendo", explica uno de ellos, que prefiere mantenerse en el anonimato. Algo que "no se corresponde con la realidad, ya que los puestos se han vuelto a ocupar".
En la planta jerezana, situada en el PTA (Parque Tecnológico Agroindustrial), llegaron a trabajar unas 80 personas, aunque en la actualidad no pasan de la treintena. La empresa, tal y como asegura el extrabajador consultado por este medio, les comunicó el despido a él y a otros cinco compañeros "de forma irregular", ya que llegaron a trabajar durante una semana estando dados de baja. "El despido se nos comunica el 30 de diciembre y nos dieron una carta de despido con fecha del día 5 en la que se hace mención a la baja, que se produjo el 23 de diciembre".
La empresa propuso a estas personas una alternativa al despido: hacerse autónomos o trabajar por cuenta ajena asegurados cuatro horas, "aunque echaríamos ocho, diez o las que hicieran falta". Este extrabajador de La Ibense asegura que "al compañero de administración le propusieron trabajar asegurado cuatro horas en una empresa vinculada, en Quality Comercial Retail Ice Cream". Además, a los despedidos les deben entre cinco y siete meses de sueldo, las pagas extra de 2013 y algunas de 2012, por lo que calculan que la deuda por trabajador ronda los 36.000 euros. En estos momentos están en negociaciones con la empresa para cobrar las pertinentes indemnizaciones, aunque "Bornay nos incita a que denunciemos al Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) para que nos paguen ellos las indemnizaciones y desentenderse", explica este exempleado.
"Esta familia tiene impunidad, ya que este modus operandi no es nuevo, llevan actuando así desde hace bastante tiempo", asegura. Fue a principios de año cuando fueron despedidos estos seis empleados de La Ibense, casi todos con más de 20 años en la empresa, y "a los compañeros que se quedaron -explica- les hicieron firmar un documento por el que perdían su antigüedad". Además, cuenta que "el pasado viernes echaron a varios eventuales que en su mayoría, no estaban contratados".
Luis Páez, secretario general del Sindicato Agroalimentario de CCOO de Cádiz, considera que "lo normal es que la empresa hubiera optado por sentarse y afrontar la situación, ya que esta no es la salida no es la mas correcta". Aunque este medio ha intentado ponerse en contacto con algún responsable de La Ibense, le ha sido imposible, pero la gerente de la empresa, Carmen Bornay, asegura en declaraciones a Diario de Jerez que la empresa se encuentra en una situación delicada por la fallida venta de la nave que tenía en Sanlúcar, y con cuya operación pretendía pagar el traslado al PTA de Jerez. "La idea no era otra que levantar en el PTA un negocio similar al de Sanlúcar pero a mayor nivel", cuenta la gerente en el citado medio.
El día que debió producirse la compra, el constructor interesado en los terrenos se echó atrás y en estos momentos anda esperando la resolución de este conflicto, que según los abogados de La Ibense será "largo y complejo", ya que la empresa compradora llevó a cabo "un presunto alzamiento de bienes y a continuación presentó hace año y medio un concurso de acreedores", del que La Ibense es el único acreedor.
Carmen Bornay asegura que "deberemos agotar el patrimonio familiar antes de que llegue el momento de apagar el interruptor" y que todo esto "ha sido consecuencia de una situación perversa, como es el caso de tener un buen terreno, venderlo, que quien te lo iba a comprar no lo haga y que para colmo deje de ser tuyo y ni siquiera poder hipotecarlo".
Comentarios