Trabajadores de Cristalerías Martín, que cesó su actividad hace unas semanas, reclaman al dueño el pago de las nóminas atrasadas y la indemnización por despido. La empresa no ha declarado suspensión de pagos, por lo que "legalmente está abierta", lo que hace que no puedan iniciar los trámites para reclamar sus salarios. El dueño del negocio, contactado por este medio, prefiere no hacer declaraciones por el momento.
“Paga Manolo”, se puede leer en una pintada en la puerta de Cristalerías Martín. Allí, los 24 trabajadores que se han visto en la calle en los últimos meses (la mitad desde octubre y la otra mitad hace un mes) se concentran diariamente. A los que salieron antes les deben entre tres y cuatro nóminas y a los que continuaron hasta marzo unas seis, más las indemnizaciones por despido. “Entre 12 y 20.000 euros a cada uno”, aclaran los propios trabajadores, que calculan que con unos 400.000 euros podrían cobrar todo lo que les deben.
“Ahí dentro hay una máquina que vale tres millones de euros”, dice uno de ellos. Además, la empresa también cuenta con 18 vehículos entre camiones, furgonetas y motos. Por eso hacen guardia frente a la nave, porque temen que el dueño se lleve estas posesiones y las venda. Ahora mismo se encuentran “en el limbo”, ya que la empresa “legalmente está abierta”, aunque en la nave no hay actividad desde hace unas semanas. “Pedimos que se declare en suspensión de pagos y así podamos empezar los trámites para poder cobrar por el Fogasa”, apuntan en vista de que el dueño “no tiene intención” de abonarles las indemnizaciones que les corresponden.
Desde 2012 vienen cobrando a cuentagotas. Antes les pagaban entre 100 y 150 euros a la semana, pero antes de cesar la actividad esta cifra oscilaba entre los 30 y los 50 euros. “Me he llegado a quedar hasta las diez de la noche para ver si podía cobrar algo y decía que no tenía nada, pero vi cómo un cliente venía para pagarle 1.000 euros que le debía y le dijo que mejor el sábado”, cuenta uno de los trabajadores. "Hay gente que no tiene paro y cobran 500 euros de ayuda, con hipoteca, niños... ¿cómo van a tirar para adelante?", se pregunta otro compañero. Entre ellos, hay algunos a los que ya le han cortado la luz y el agua, y los hay que han tenido que vender sus coches.
Muchos no se explican que hayan llegado a esta situación, ya que la empresa tenía bastante trabajo. "Esto se abre y empieza a funcionar", aseguran. Al dueño lo acusan de "no tener voluntad de vender" parte del patrimonio para poder hacer frente a los pagos de sus nóminas, que raramente superaban los 1.000 euros. Algunos de los que se quedaron hasta el final aseguran que con las últimas "faenas" que hicieron (de 2.200, 1.600 y 800 euros) "calculamos y cabíamos a unos 500 euros cada uno, pero cobramos 37 euros esa semana y la anterior no cobramos".
En el aparcamiento del interior de la nave se puede ver una de las furgonetas de la empresa con un cepo en una de sus ruedas. "Ya han embargado un coche", dicen los trabajadores, que seguirán concentrándose hasta que les encuentren una solución. El dueño del negocio, Manuel Martín, atendió a este medio por teléfono, aunque por el momento prefiere no hacer declaraciones al respecto. "Queremos cobrar y necesitamos cobrar", reza en una de las pancartas que han colgado en la nave, que está llena de pegatinas amarillas con el lema "Cristalería Martín no paga".
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