Los cortes de agua que ha iniciado hace unos días la multinacional Aqualia, empresa que gestiona el agua de Jerez desde la privatización del servicio el año pasado, no han pasado desapercibidos para la sociedad jerezana, que critica duramente esta medida. Aunque fueron 200 las familias que vieron cortado su suministro, la cifra se ha reducido a 100, ya que casi un centenar de afectados han pagado la deuda que contraían con la empresa o han aplazado los recibos, según informa Radio Jerez. Además, han abonado los 60 euros que cuesta restablecer el servicio.
El debate está en la calle. "El agua no se vende, se defiende", comenta de forma contundente Alicia Atienza, que regenta un puesto en la Plaza Esteve. Alicia dice que "se nota el cambio, yo antes pagaba 40 euros y ahora entre 70 y 80, y estoy todo el dia fuera de mi casa". Antonio Pacheco, que paseaba esta mañana por el centro junto a su mujer añade: "No me gusta que haya entrado una empresa nueva (Aqualia), porque estábamos muy bien con Aguas de Jerez, que es lo nuestro". Ana María León, que es como se llama su mujer, comenta: "Me he enterado que dan una subvención, aunque muy poca, porque mi hijo es familia numerosa y le dan muy poco".
"Antes pagaba 48 euros y ahora 79, gastando el mismo agua", añade resignada Pepi Gómez mientras espera el autobús. Su amiga Rosario Alcántara tampoco se explica que "antes éramos cinco personas en casa y ahora somos dos y gastamos lo mismo".
La campaña de cortes del suministro comenzó por la zona centro y algún barrio del norte de la ciudad hace cuatro días, pero donde más se ha dejado notar es en barriadas rurales como La Barca, donde se registraron más de 40 casos. La Coordinadora para la Defensa de la Gestión Pública del Agua de Jerez considera estos hechos "un atentado contra el derecho mundial de las personas al agua, a la alimentación, a la salud, al bienestar social y al progreso de los ciudadanos de La Barca" y recuerda que "las pedanías pueden hacer uso de la competencia del agua, por lo que no están obligados a seguir el modelo de gestión elegido por García-Pelayo y sus ediles". La Barca aún no ha decidido qué modelo tomar, mientras que Guadalcacín, Torrecera y Estella han optado por la gestión pública. Nueva Jarilla, El Torno y San Isidro están gestionadas por Aqualia.
El Ayuntamiento ha anunciado hoy que durante la semana se reunirá con Aqualia para "minimizar esta situación en la medida de lo posible; se va a trabajar en dar una mayor difusión a las bonificaciones que ofrece el Ayuntamiento en la cuota del agua, así como la posibilidad de aplazamiento en los pagos". Actualmente hay 90.000 contratos, 7.000 de los cuales presentan "dificultades de cobro".
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