Una montaña de toallitas húmedas ha sido retirada de la depuradora de Jerez tras la última limpieza llevada a cabo en dichas instalaciones después de las últimas lluvias. Se trata de un tipo de residuo que nunca debe ser arrojado al inodoro, pero que continúa acumulándose en grandes cantidades, con graves consecuencias para el sistema de saneamiento. La acumulación vuelve a poner de manifiesto la falta de civismo de una parte de la ciudadanía.
El segundo teniente de alcaldesa y responsable de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Jaime Espinar, ha compartido la imagen enviada por AquaJerez. Según ha explicado, “lo que vemos es el resultado de un mal hábito: tirar toallitas húmedas por el inodoro”.
El edil ha advertido de que estas toallitas no se descomponen como el papel higiénico y “acaban formando verdaderos monstruos que atascan las tuberías, dañan las bombas de las depuradoras y contaminan nuestros ríos y mares”.
Un llamado a la responsabilidad ciudadana
La imagen difundida muestra el impacto real de un gesto cotidiano que se repite a diario en los hogares. Las consecuencias de este hábito van más allá del ámbito doméstico, ya que suponen un riesgo ambiental y económico, teniendo en cuenta que cada limpieza en las instalaciones implica un coste para el servicio público.
El responsable municipal ha realizado una llamada a la conciencia de los jerezanos, subrayando la importancia de los pequeños gestos. “Por eso te pedimos una pequeña gran acción por el medio ambiente: las toallitas, al cubo de la basura. Siempre. Cuidar nuestro entorno empieza en casa, con gestos sencillos que evitan un gran impacto ambiental".
Este tipo de residuos son los principales responsables de los atascos en el sistema de saneamiento urbano. Su composición, más resistente y con fibras sintéticas, impide su correcta desintegración, lo que genera bloqueos y daños en las infraestructuras.


