Volantazos para esquivar socavones, tropezones y hasta una caída. Todo en 20 minutos en la plaza Esteve, una de las calles con peor adoquinado del centro.
Un verdadero calvario. Eso es lo que supone circular en coche, moto o bicicleta por buena parte de las calles adoquinadas del centro. Innumerables baches y boquetes que ponen a prueba los amortiguadores y la paciencia de más de un conductor en lugares tan céntricos y concurridos como Santa María, Arcos, María Antonia de Jesús Tirado, Medina, José Luis Díez o plaza Esteve, quizás éste último el lugar que peor se encuentra de todo el centro, agravado por el continuo tránsito de autobuses. De hecho, este medio, en apenas 20 minutos, pudo constatar en este punto un sinfín de volantazos para esquivar socavones, varios tropezones de peatones y hasta la dolorosa caída de una mujer cercana a los 70 años que permaneció un buen rato en el suelo hasta que pudo ser atendida por una médico que circulaba por la zona y por un par de agentes del 092.
En la acera de enfrente, en la parada de taxis, Agustín y Manuel esperan posibles clientes tomando el sol de la mañana. “Aquí lo único que funcionaría es el adoquinado que se puso en Ponce o en Bizcocheros, que es más fino, y además es mejor que el alquitrán, que no se levanta nunca”, piensa Agustín. Manuel, por su parte, lanza una pregunta al aire. “¿Tenemos alcaldesa? Porque no se nota”.
José Camas para delante de la terraza de la cafetería La Vega para recoger a alguien. “Esto está fatal. Vengo mucho por aquí y cada vez está peor”, considera desde su vehículo. ¿Levantaría el adoquinado o lo asfaltaría? “El aspecto del centro siempre ha sido con adoquines. Habría que ver si poniendo alguno de otro tipo esto cambiaría”.
Lo cierto es que el mal aspecto del centro no pasa desapercibido tampoco para los grupos políticos. Ciudadanos lleva en el pleno de mayo un ruego dirigido al gobierno para que “con carácter de urgencia inicie las actuaciones que sean necesarias para solucionar el deficiente estado en el que se encuentran numerosas calles del centro de la ciudad”. De hecho, califica de “tortura” lo que supone “tanto para conductores como viandantes transitar por las calles más céntricas como consecuencia del mal estado que presentan”.