Isabel Gallardo (Jerez, 1964) llegó hace un año a la política tras muchos años litigando como abogada de UGT. De no haber sido porque llegó allí casi de casualidad, apunta que podría haberse dedicado a la judicatura, por ejemplo. La llamó una noche la alcaldesa, y una de las razones por las que dijo que sí fue porque vio a una mujer un día paseando perdida cerca del centro y la acompañó hasta los Claustros, explica. Son esas cosas las que le hicieron pensar que quizás podría aportar algo. Reconoce que ha tenido que estudiar para afrontar su delegación de Turismo, Comercio y Consumo, además de responsable de Distrito Centro. Poco común en política. Menos aún es que no desapruebe al vicepresidente de la Junta, Juan Marín, con la cartera de Turismo por parte de Ciudadanos y de quien cree que en general, para Andalucía, está "haciendo bien su trabajo", si bien que "se olvida de Jerez".
¿Cómo desembarca a la política?
Vocación había. Me llamaron, pero nadie dice sí si antes no tiene una inquietud. Siempre me han interesado los temas sociales. Soy de un sindicato que es mi casa, UGT, y hay una vocación de hacer lo que se pueda. Me llamó la alcaldesa diciéndome que consideraba que sería positivo. Dije que sí porque muchas veces he pensado que podía hacer algo, como cuando ves una papelera llena en la calle y piensas que puedes hacerlo.
Era usted abogada de UGT.
Sí, entré en la asesoría jurídica, que había un hueco cuando terminé la carrera. También trabajé un tiempo para el SAS, y vuelvo al sindicato, en la abogacía para UGT, litigando.
Y llega usted a Turismo, una delegación que ha cambiado mucho con la crisis sanitaria.
Empecé con mucha ilusión y ganas, y con muchas horas, para aprender. Y en eso llega una pandemia. Qué voy a decir yo, que soy una afortunada, mientras otra gente ha perdido a familiares o su trabajo. Lo que sí es un cambio, un reinventarse en todo en este trabajo. Hay cosas que han venido para quedarse. Y había que rehacerlo todo cuando estalla la crisis. La plantilla municipal ha estado a la altura y más allá, preparando la campaña, lo que estaba preparado ha servido para poco y había que empezar otra vez, y han conseguido darle la vuelta. La pandemia es un drama, pero en lo profesional, me enorgullece que la plantilla ha dado la vuelta a esto, han pensado cosas que sí se podían hacer, para seguir siendo la potencia turística que somos. En Jerez seguimos haciendo cosas y la gente sigue viniendo por eso.
Lo público pone las vías y lo privado es lo que pone la máquina, y entiendo que es el que va a hacerlo mejor"
El Gran Premio tiene alrededor de un 70% de ocupación, supongo que habría querido un 100%.
La economía es un factor importantísimo, pero lo primero son las personas y su salud. Es el elemento prioritario. A veces nos gustaría hacer las cosas que hacíamos antes, ir a actuaciones, a la ópera, pero me encantaría aunque no se puede. Jerez es de las ciudades con mejores perspectivas, y no es casualidad, hay mucha gente trabajando en la promoción, como la plantilla municipal, Horeca, el Clúster... Tenemos una gran oferta, y coges el coche para tener playa y Sierra. Además de que seamos un enclave privilegiado por lo que tenemos y por lo que hay alrededor, somos económicamente competitivos. Las familias tienen claro que el destino es Jerez. Hemos sido golpeados, pero hay ciudades más golpeadas.
Las patas de siempre del turismo, la de vino, flamenco, motos y caballos... ¿Van a seguir?
No se puede quedar ahí. No hay flamenco como el de Jerez, en cantidad y calidad, como es el vino. Claro, sin dejar de cuidar ese patrimonio, que nos hace únicos, sí, tenemos que ampliar la oferta. Hay que promocionar el turismo de viñedo, que en sí mismo tiene una riqueza por explotar, como la Toscana o Francia. No tienen nada que envidiarles, los nuestros son los mejores.
¿Está de acuerdo con eso de que no sabemos vender lo nuestro?
No diría eso. Sí diría que quizás no se ha profundizado lo suficiente. No se ha hecho todo valer en la medida que lo tiene. Hay que darle tiempo.
Un momento de la entrevista de Isabel Gallardo. FOTO: MANU GARCÍA
Se siguen viendo esas imágenes de turistas en plena tarde de verano, perdidos con un mapa en la mano o buscando qué hacer en su móvil.
Eso hay que cambiarlo. Tienes razón. Es una de esas cosas por las que entré en la política. Vivo frente al Recreo de las Cadenas, y he llegado a traer a una señora al centro, a los Claustros, antes de aterrizar. Es lo que hace cualquier persona cuando ve una situación de necesidad, simplemente. Los mecanismos para cambiarlo se dice fácil, que no se haga más, pero hay que hacerlo. Tenemos una situación económica de intervención. Quizás no se puedan hacer todas las cosas o no tantas cosas como nos gustaría.
Entiendo que el resto tendrá que venir de lo privado.
El sector público es un apoyo para el sector privado hoy en día. Es un error que lo privado intente hacer lo público y viceversa. Haremos dentro de la legalidad que todo sea lo más fácil. Ahora, el qué hacer, es de lo privado. Es el ejemplo del ferrocarril. Lo público pone las vías y lo privado es lo que pone la máquina, y entiendo que es el que va a hacerlo mejor.
¿Qué nota le pone en turismo al vicepresidente de la Junta y responsable del área, Juan Marín?
A las personas no se les pone nota.
A su trabajo, quiero decir.
Creo que no lo está haciendo mal. Honestamente, no creo que haga mal su trabajo.
¿Qué le pediría si se sentara hoy con él?
Que se acuerde más de Jerez. Una cosa es su trabajo en Andalucía, y otra es mi ciudad. Y creo que se olvida mucho de Jerez. Puntos de información turística le pediría, para que no pase lo que decías de ese turismo perdido. Eso podría hacerlo la Junta de Andalucía.
Estamos hablando con los comerciantes para que ofrezcan un bono con el que los clientes puedan visitar el Alcázar gratis. Es bueno para ellos y para el monumento"
¿Se plantean regular los pisos turísticos, como otras ciudades?
Son una competencia al hotel, hay que regularlo, pero creo que son ambos compatibles. Ya cada uno que elija según sus gustos. Hay que regularlo porque el riesgo es que determinadas zonas sean ciudad dormitorio. Si dejas la ciudad a expensas de los pisos donde se duchan y duermen solo, el comercio de proximidad lo tiene más complicado. No es lo mismo el que vive que el que viene de turismo y usa el inmueble para dormir y ducharse. Hay que establecer limitaciones de porcentajes. Eso se puede hacer. Lo estudiamos en su momento y conozco el tema.
¿Los proyectos en San Mateo como los museos ayudarán a darle vida al casco histórico? ¿Se verá en este mandato?
Francamente, ojalá. Pero me parecería osado hablar alegremente. No sé si lo veremos. Eso no está en mi delegación y sería una falta de respeto al trabajo de otros compañeros. Además, son tiempos excepcionales y son realidades distintas. Lo mejor es ser cauta y hacerlo lo mejor posible.
Comercio es otra de sus áreas y lo ha tenido difícil esta pandemia.
Es un comercio muy bonito el de Jerez, y con mucho encanto. Han sufrido mucho con esta pandemia. Tenemos un comercio muy acogedor, que hace un centro muy bonita y unas barriadas entrañables, de gente muy cercana a sus vecinos. Tienen su economía basada en eso, con un empleado y poco más, y quiero transmitir que se consuma ahí, en el comercio local. Es muy triste cuando se echa la persiana.
¿Por qué ha elegido el Alcázar para la entrevista? Hay más de un jerezano que no ha entrado nunca.
Es un monumento magnífico. Hemos hecho jornadas de puertas abiertas para lo que dices, para que vengan. La cámara oscura está cerrada por el covid, pero haremos jornadas para visitarla en cuanto se pueda. Agradezco mucho al personal, nos dejamos la piel para que la gente venga gratuitamente. Ahora tenemos códigos QR para las guías. Estamos hablando con las asociaciones de comerciantes para que los clientes tengan algún tipo de bono para que puedan visitar el Alcázar gratuitamente. Es algo positivo para el comercio y para el monumento.
¿La delegada de Turismo se irá fuera a hacer turismo?
No. Yo me quedo aquí, siempre, cerca. Alguna vez he ido a visitar a mi hijo, que trabaja en el extranjero, pero aquí somos mejor que nadie, para qué tomarme la tapa fuera de Jerez.
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