Los antiguos terrenos de Zahav tienen varios inversores interesados en su compra. Las parcelas que adquirió la empresa de capital chino-iraní, que pretendía crear más de 500 puestos de trabajo en su fábrica de todoterrenos en la Ciudad del Transporte, cerca de Guadalcacín, albergan ahora mismo contenedores usados, trasladados a la nave tras la llegada de la nueva concesionaria de limpieza.
Unos empresarios venezolanos, según ha podido saber lavozdelsur.es, están dispuestos a hacerse con los terrenos, y ponen sobre la mesa hasta 6,5 millones de euros, aunque también hay otros interesados en hacerse con la titularidad de la parcela. La intención, según las fuentes consultadas, es instalar una fábrica de baterías de coches eléctricos y una refinería de aceite, aunque para ello deberán obtener los permisos pertinentes.
Los empresarios interesados ya han mantenido contactos con el Ayuntamiento, que es el actual propietario de las parcelas, que recuperó en 2016 tras el proceso judicial iniciado en 2014, con la popular María José García-Pelayo como alcaldesa, cuando la extinta Empresa Municipal de Suelo (Emusujesa) demandó a Zahav por los incumplimientos en los que incurrió la empresa desde la firma del acuerdo con el Consistorio en 2009. El Consistorio, para desprenderse de los terrenos —algo que no ve con malos ojos para aliviar las maltrechas arcas municipales— debe iniciar un procedimiento para sacar a la venta los terrenos, divididos en tres parcelas, que fueron tasados en un primer momento en más de ocho millones de euros.
La nave construida por Grupo Inversor Masol —que no ha cobrado por los trabajos realizados hace casi una década— y los terrenos aledaños están sirviendo para almacenar los contenedores antiguos retirados de las calles tras la llegada de la nueva concesionaria de limpieza viaria, la UTE formada por FCC, Cointer y Equal. La empresa jerezana, “que se encuentra en una situación muy grave”, apenas ha cobrado 30.000 euros en concepto de limpieza de los 120.000 metros cuadrados que ocupan los terrenos. Pero Zahav se esfumó adeudándole más de 2,4 millones de euros.
“El propietario de la empresa tiene derecho a cobrar, pero es a Zahav a quien le tiene que reclamar la devolución”, aseguró al alcaldesa Mamen Sánchez en 2017, unos meses después de que el Ayuntamiento recuperara los terrenos, que deben ser tasados y salir a licitación para poder ser vendidos, unos trámites que el Ayuntamiento no descarta y que incluso valora positivamente, ya que es un activo que puede suponer unos ingresos extra para el Consistorio. “No estamos dispuestos a que nadie venga con falsos proyectos y promesas que después no va a cumplir”, dijo la alcaldesa Mamen Sánchez poco antes de materializarse la recuperación de los terrenos.
El Ayuntamiento de Jerez ya hizo llegar a constructores y promotores, a principios de 2019, un catálogo con la oferta de suelo municipal que tiene previsto sacar a la venta, formado por doce lotes que abarcan más de 118.000 metros cuadrados repartidos entre suelos para viviendas y para actividades económicas. Un informe del departamento de Patrimonio municipal tasó los dos solares donde se pretendía instalar Zahav y una parcela anexa en 8,1 millones de euros.
La regidora, tras la reunión, aseguró que uno de los objetivos de la cita fue “pedirles que nos trasladen qué terrenos despiertan mayor interés para ellos y conocer sus preferencias, para poder así dar prioridad a la licitación de las parcelas más demandadas”, así como ofrecer la posibilidad de adaptar la oferta a la demanda del sector, proponiendo “la posibilidad de dividir algunas parcelas”.
Zahav Automobile Co. Ltd., tras meses de incertidumbre, se decidió finalmente por Jerez y en 2009 se anunció a bombo y platillo la llegada de la compañía a la ciudad, donde pretendía invertir 50,7 millones de euros en un primer momento, para luego anunciar que llegaría hasta 92,3 millones de euros para acelerar los trabajos y generar, al menos, 540 empleos directos. La empresa fue retrasando los plazos y, dos años después de su desembarco en Jerez, apenas había generado 26 empleos y solo utilizaba 40.000 metros cuadrados de una parcela que tenía más de 120.000. Y llegaron los impagos a constructoras y proveedores. De hecho, Zahav mantiene una deuda de casi 2,5 millones de euros con el Grupo Inversor Masol, una empresa de origen jerezano que actualmente reclama esta cantidad en los tribunales.
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