La emblemática plaza del Caballo cumple 55 años: así fue la visita de Franco a Jerez para su inauguración

El dictador había estado horas antes en el Ayuntamiento descubriendo un busto a su figura y ofreciendo un discurso desde la plaza del Arenal

Francisco Franco, inaugurando la plaza del caballo, y una imagen de la gente que asistió al acto.
Francisco Franco, inaugurando la plaza del caballo, y una imagen de la gente que asistió al acto.
30 de octubre de 2025 a las 09:58h

Este 30 de octubre se cumplen 55 años de la visita de Francisco Franco a Jerez, un episodio que marcó un momento de especial relevancia en la ciudad y que fue ampliamente reseñado por la prensa del régimen. 

Franco, acompañado por su esposa Carmen Polo y por los ministros de Gobernación, Obras Públicas y Aire, así como por el comisario del Plan de Desarrollo, había llegado esa mañana a Rota en avión especial. Desde el municipio gaditano se trasladó a Jerez, vestido con uniforme de capitán general, y fue recibido en la puerta del Ayuntamiento por fuerzas de Artillería que le rindieron honores. El alcalde de la ciudad, Miguel Primo de Rivera, le hizo entrega del bastón de mando.

En el patio del Consistorio, se descubrió un busto en honor al Caudillo, que aprovechó la ocasión para examinar maquetas, planos y fotografías de los principales proyectos urbanos previstos para Jerez. Acto seguido, Franco se desplazó a pie hasta una tribuna levantada en la plaza del Arenal, donde le esperaba una multitud congregada para escuchar su discurso.

El discurso y la inauguración de la plaza del Caballo

Durante el acto, el dictador recibió la medalla de oro del centenario del nacimiento del general Primo de Rivera, y pronunció unas breves palabras en las que expresó su gratitud: “Jerezanos y españoles todos: solamente unas palabras para agradeceros estos momentos emotivos en que, reunidos el pueblo y la campiña de Jerez, me planteáis una serie de problemas que están hoy en camino de solución o ya solucionados gracias a la actividad de los jerezanos y de su magnífico alcalde, Miguel Primo de Rivera”. 

Tras el discurso, Franco se dirigió a la avenida Álvaro Domecq para presidir la inauguración de la plaza del Caballo, una de las obras más emblemáticas de la ciudad. La prensa destacó de nuevo que “en coche descubierto, de pie con el alcalde de Jerez de la Frontera, fue el Caudillo a la avenida de Álvaro Domecq para inaugurar el monumento al caballo, bellísimo grupo escultórico, que Su Excelencia contempló muy complacido. Hubo una exhibición de caballos jerezanos, coches enjaezados a la andaluza y otras distracciones similares de gran vistosidad”. El evento incluyó exhibiciones ecuestres y desfiles típicamente andaluces, concebidos como homenaje a la tradición jerezana.

El monumento al caballo, símbolo de identidad local, fue obra del escultor Antonio Navarro Santafé, autor también de la célebre estatua del Oso y el Madroño en la Puerta del Sol de Madrid. La composición, que representa un caballo y una yegua en bronce sobre un montículo, fue concebida como tributo al caballo jerezano, figura inseparable del patrimonio cultural de la ciudad

Cincuenta y cinco años después, aquella jornada permanece como un testimonio del aparato propagandístico del franquismo y de su forma de proyectar poder a través de actos públicos, símbolos y monumentos. Por cierto, que a principios de octubre, el Ayuntamiento de Jerez anunciaba una amplia intervención en la emblemática plaza del Caballo. La actuación, impulsada por la Delegación de Servicios Públicos, Desarrollo Sostenible y Eficiencia Energética, tiene como objetivo renovar la fuente, los parterres, las zonas ajardinadas y el acerado para mejorar tanto la estética como la funcionalidad de este entorno tan transitado.

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Rubén Guerrero.

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