La procesión del Corpus cumplió con la tradición de la fiesta sacramental. La procesión fue la cita más destacada y la que congregó en el centro urbano a centenares de personas que dieron un ambiente especial a un domingo de junio. Como es costumbre la participación fue importante en el cortejo con la presencia de cofrades y representación corporativa de las hermandades de penitencia, gloria, sacramentales así como de otros colectivos de la Iglesia diocesana.
La que faltó fue la corporación municipal. No asistió de forma corporativa. Ni la alcaldesa en funciones ni delegados ni concejales del Gobierno local comparecieron en esta cita a la que el Consistorio ha sido fiel desde los inicios de los ayuntamientos democráticos, que uno recuerde. Sí estuvieron seis concejales del PP que se sumaron a la fila de acompañantes ya que el espacio reservado para la corporación es, por protocolo, tras el paso del Corpus y antes que la banda municipal. La electa García Pelayo se sumó al acompañamiento de la Academia de San Dionisio.
La hora elegida por el Cabildo Catedral volvió a ser acertada al retrasar la salida de la procesión hasta cerca de las ocho de la tarde, una hora que propició más presencia de público en la calle a lo que se sumó un día nada caluroso y una tarde noche agradable. El obispo Rico Pavés ofició la misa previa a la salida. La procesión transcurrió por el mismo itinerario que en 2023, desde la plaza de la Encarnación, Alameda Vieja, Monti, Arenal, Lanceria, Larga, Alameda del Banco, Tornería, Plateros, Jose Luis Diez y Catedral.
Desde Lanceria hasta Alameda del Banco se montaron medio centenar de alfombras de sal instaladas por los grupos jóvenes de las cofradías. Unos 500 metros que fue el tramo donde más gente se concentró. Otros elementos fueron un altar que montó la hermandad de Loreto y otras tres cofradías colocaron unos pequeños pasos en la Alameda del Banco que, ciertamente, no tenían mucho sentido.
Parecía una sucesión de pasitos puestos uno tras otro a modo de exposición sin más sentido. Estos fueron trasladados en la noche del sábado o en la mañana del domingo con costaleros y bandas. La sorpresa les llegó tras anunciarse desde el obispado, horas antes de ponerse en marcha, que los regresos deberían hacerlo sin música y sin la imagen en el paso.
Abrió la procesión la agrupación musical de San Juan invitando a la concurrencia a acercarse a una procesión sobre la que se siguen pensando en cambios. Dicen que ha podido ser el último año que se vea en domingo ya que se estudia la opción del sábado.
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