El concesionario, que lleva meses siendo desvalijado a diario y ahora ha sufrido un incendio, es propiedad del banco, que sigue sin hacerse cargo de los 40.000 euros en actuaciones de cerramiento y limpieza.
Suma y sigue. Los bomberos del parque de Jerez tuvieron que acudir, poco antes de las siete de la tarde de este pasado sábado, a las abandonadas instalaciones del concesionario Cartuja Móvil a causa de un incendio, parece que intencionado, en la parte superior del mismo. La actuación de los bomberos se alargó durante horas. Este verano, tristemente, la nave se ha hecho famosa por los continuos casos de pillaje y saqueo al que se ha visto sometido, creando tanto inseguridad como mala imagen. De hecho, esta misma semana se han seguido reproduciendo los actos vandálicos y diversos individuos han seguido desmontando paneles, estructuras metálicas y demás elementos con destino a la venta en la chatarra. 
La orden de ejecución que el Departamento de Disciplina Urbanística del Ayuntamiento de Jerez para el cerramiento y limpieza del antiguo concesionario de vehículos de Cartuja Móvil (empresa actualmente en liquidación) en la avenida de Tío Pepe ha cumplido sus plazos sin actuación alguna. Tras la denuncia pública del grupo político Ciudadanos y vecinos de la zona, Urbanismo anunció a finales de julio pasado la apertura del procedimiento para requerir al Banco Santander, actual propietario del solar embargado, a que ejecutara estas medidas de seguridad ante el saqueo y despiece constante de las instalaciones. Desde Urbanismo, han informado fuentes municipales a lavozdelsur.es, ahora se abren dos opciones: la imposición de multas coercitivas —“que no parecen dispuestos a pagar, pues las obras de emergencia están presupuestadas en unos 40.000 euros y no se han hecho”— o la ejecución subsidiaria por parte del Ayuntamiento, que en estos momentos carece de presupuesto para estas contingencias. “Estamos un poco en un callejón sin salida pero algo hay que hacer; a ver si se negocia con el Santander, es un poco voluntad suya acabar con esta situación tan peligrosa para los transeúntes y los vecinos de la zona”, apuntan las mismas fuentes.
La legislación vigente, recogida en los artículos 155 y 158 de la Ley 7/2002 de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía (L.O.U.A.), articulo 10 del Reglamento de Disciplina Urbanística, aprobado por Real Decreto 2187/1978, de 23 de junio, obliga al propietario o propietarios de este inmueble a la conservación y rehabilitación del mismo, recuerda el Ayuntamiento, pero el dueño original dejó el reguero de pufos y se marchó, mientras que el banco que se hizo con el inmueble para liquidar deudas tampoco da señales.
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