Gemma García Bermúdez, empresaria jerezana y miembro de la Cámara de Comercio de Jerez, comienza su andadura como presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Cádiz.

“Me llaman guerrillera porque estoy en todas partes”, afirmaba hace un año a lavozdelsur.es la ahora presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales de Cádiz, Gemma García Bermúdez. La jerezana estudió Técnico de Laboratorio y Administración de Empresas (Amep). Más tarde montó una clínica de fisioterapia de la que a día de hoy continúa siendo la gerente. Junto a otras empresarias crearon la Asociación de empresarias 2000 que más tarde fue absorbida por la Amep, es la única mujer miembro ejecutivo de la Cámara de Comercio de Jerez y también forma parte del Consejo Social de la ciudad.

A sus 47 años, con más de dos décadas de experiencia en el mundo empresarial, asegura que montar tu propia empresa es una gran aventura que disfrutan aquellos que la ponen en marcha aunque no te puedas quitar el ‘traje de autónoma’ en ningún momento del día. Acaba de apartar sus estudios de Derecho, por el momento. Mientras, toma la batuta de las emprendedoras de la provincia con un objetivo principal: servir a las mujeres que tienen más dificultades a la hora de acceder a las ayudas para sumarse al desafío de ser empresaria.

¿Recuerda cuando los bancos no concedían préstamos a las mujeres, sin un hombre que la avalase?

Sí, sí, y sigue pasando. Al principio los bancos te preguntaban por tu padre, tu hermano… Ahora no te preguntan directamente, pero dependiendo del negocio que se emprende hay bancos que te ponen algunas pegas. No es tan descarado, está claro. Hay muchas facilidades. Después de la crisis económica los bancos están dando dinero con más facilidad y amplitud que durante la crisis, entonces no había dinero ni para unos, ni para otras. Una vez que todo esto ha empezado a subir un poquito, los bancos han empezado a dar un poco más de facilidad.

Ha dicho "después de la crisis”. ¿Se ven brotes verdes, ha terminado la crisis?

No. Hemos empezado a sacar media cabecita. Creo que sí hay muchos sectores que empiezan a resurgir, pero de la crisis no hemos salido, seguro que no. Hay negocios que todavía no sienten el movimiento. Hay cosas que todavía se ven que aún están lejanas, no estamos en un buen momento. A nivel de empresas y en los hogares sabemos que no vamos a volver a aquellas etapas que tuvimos, creo que nunca volverán por escarmiento, porque la gente se va a dar cuenta del mal que hemos hecho y que no debemos volver a aquellas etapas. Sí es verdad que se está saliendo, muy despacito, pero queda todavía mucho camino, unos cuantos años. 

En 2015 la AMEP cumplió 18 años. ¿Por qué es necesaria a día de hoy una asociación de mujeres empresarias diferente a la de los hombres?

No estamos tan separadas de la de los hombres. Es un organismo diferente pero estamos dentro de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) y dentro de la confederación hay muchos sectores y muchas asociaciones. Están los jóvenes empresarios. ¿Por qué existe una asociación de jóvenes empresarios? ¿No son lo mismo los jóvenes que los mayores si son empresarios? Es porque somos iguales en todo pero tenemos todavía algunas diferencias donde necesitamos concentrarnos para salvarlas. Pero el trabajo está totalmente unido.

¿A qué diferencias se refiere?

Muchas veces a la Confederación de empresarios -al englobar a tantas empresas de tantos sectores- se le puede escapar aquellas empresas pequeñitas que necesitan un tratamiento más personalizado. Está claro que hay mujeres que están dentro de Confederación que no son en exclusiva de la asociación de empresarias, porque están dentro de la CEC. En mi discurso lo decía con Javier Sánchez Rojas, el presidente de la confederación, al que me une grata amistad y un entrañable trabajo: las ideas son las mismas, los problemas son los mismos, los negocios, los impuestos, los problemas con los bancos, los dolores de cabeza.

¿Os tratan de igual a igual?

Sí, sí. Yo no sé a otros niveles. En la CEC somos lo mismo, nosotras no nos sentimos ni distintas, ni apartadas, ni nada. Estoy acostumbrada a trabajar con Confederación, porque soy la tesorera de la Cámara de Jerez, la única miembro ejecutivo de la Cámara de Jerez, miembro del pleno y también formo parte del Consejo Social de la Ciudad. Me muevo en esos ámbitos y no me siento para nada distinta, ni apartada, ni especial, ni nada. Me considero una más dentro del equipo, mi voz se escucha igual que la de cualquiera y no hay ninguna distinción. Eso se lo agradecía (el acto de toma de cargo) y se lo decía al presidente, que nos sentimos muy respaldadas. Trabajamos codo a codo y sin ningún tipo de diferencia.

¿Qué objetivos se ha marcado como presidenta de la Amep?

Extender al máximo la asociación por toda la provincia. Hay terrenos a los que aún tenemos que llegar como la Sierra o el Campo de Gibraltar que tienen poca accesibilidad a todo este tema; llegar a ellas y poder hacer más extensa la asociación para que ellas también puedan aprovecharse de todos los beneficios que les podemos aportar. Llegar también a las universidades y a los centros de formación para explicar la alternativa de crear una empresa, sobre todo para las mujeres, y ayudar a aquellas que han tomado el autoempleo como salida a la crisis, que quieren montar una empresa y necesitan ayuda para ello.

¿Hay mucha diferencia entre hombres y mujeres a la hora de crear una empresa?

Ha habido muchísimas, eran inmensas las diferencias que había; se van acortando. Seguimos teniendo ciertos problemas con ciertas entidades bancarias con respecto a algunos proyectos. Pero la verdad es que se van difuminando, depende de los sectores. Sigue habiendo diferencias que debemos intentar superar.

Cuando yo comencé las ayudas prácticamente no existían. En el año 96 no existían, fue a comienzos del 2000 cuando empiezan a surgir ayudas para las mujeres que no percibían nada y empieza a haber más ayuda por parte de los organismos. Ayudas hay un montón. Con la crisis se han endurecido y recortado, pero no por discriminación. Hay que saber cogerlas y aprovecharlas. Nuestra labor es ayudar a las mujeres a que las conozcan.

Una alcaldesa en Jerez, una presidenta en la Diputación de Cádiz, una mujer es la jueza decana en Jerez y en organizaciones sociales y colectivos también hay mujeres a la cabeza a nivel provincial. ¿Cree que algo está cambiando o aquí las mujeres son tradicionalmente “mejor consideradas”?

Algo está cambiando. Está claro que la mujer se ha lanzado más a aspirar a esos puestos. Sigue habiendo un techo de cristal, aunque las mujeres profesionales y directivas intentan romperlo. No es lo ideal, no está bien estructurado, debería romperse mucho más y está costando mucho trabajo. Al frente de empresas grandes cuesta mucho demostrar que una mujer puede estar al frente de ellas. Sí es verdad que las mujeres tenemos ese talante de arriesgarnos e implicarnos. Las mujeres andaluzas tenemos mucho carácter, no envalentonamos y nos arriesgamos a participar en todo esto. Es muy positivo que demostremos que no tiene que haber distinción por sexos sino que el que vale, vale, sea hombre o mujer.

¿Cree que el color político de las administraciones propicia o coarta a las mujeres a la hora de emprender?

Creo que deberían hacer más, pero no creo que haya una distinción demasiado brutal. Creo que están concienciados de que a la hora de emprender valen unos o valen otros y las ayudas están ahí. Hay unos partidos que tienen más conciencia, que la defienden como punto número uno y otros que lo llevan como número tres, pero no creo que haya una distinción.

En este sentido, ¿cuál ha sido el peor momento para la mujer empresaria?

Antes del 2000 fue una mala época, todavía no había una toma de conciencia de las mujeres a la hora de emprender, de que la sociedad aceptara a la mujer emprendiendo, de que la mujer fuera capaz de dar el salto. Con el inicio del nuevo siglo, quizás ha cambiado el chip y las mujeres fueron capaces de tener más valía y aparte todas esas ayudas que se recibieron, todo el fomento empresarial, aportó bastante. Las épocas de crisis son muy duras y las mujeres son las primeras que sacrifican y ponen más barreras a la hora de hacerlo porque está claro que conciencia de igualdad existe pero no es plena todavía.

"El asociacionismo proporciona muchas cosas que nos son económicas, que no es un sueldo al mes y esa conciencia hay que tomarla. Solos por el mundo no podemos ir" 

¿En qué momento está la mujer empresaria ahora?

Estamos en un momento continuo de superación. Es un buen momento, hay muchas empresarias, muchas mujeres emprendiendo, con una independencia económica buscada mediante las empresas. Situaciones sociales de divorcio, separaciones de causas sociales diversas hacen que la mujer tome al toro por los cuernos y se lance a emprender. Tiene una buena predisposición, muy reconocida por muchas entidades.

¿Cuál es el talón de Aquiles de las valientes que quieren poner en marcha un negocio?

El nivel económico. El tema económico es el talón de Aquiles. Frena mucho cuando quieres emprender y sabes que no es barato. Dependiendo de la empresa tendrás un coste y eso te puede provocar que rechaces una empresa o que la montes de otra manera. El punto número uno es el nivel económico.

El asociacionismo es la base y uno de los pilares de la Amep, pero se dice que está en horas bajas.

Tuvimos una época en la que todo el mundo estaba asociado a algo, empezando por las asociaciones de vecinos y otras más localistas. Yo creo que hubo un descontento, porque sí es verdad que hubo una época en la que las asociaciones de lo que fueran, desde la peña de dominó, recibían muchas subvenciones, muchos apoyos. Estuvimos muy mal criados. Eso te daba pie a organizar, promover, hacer… Desaparece esa fuente de dinero y hay descontento porque ya no se organiza, no se hace. Entonces nos encontramos con gente que tiene la visión de que estar en la asociación para qué, si no le da nada. Yo siempre lo he dicho: una asociación no es un banco, por tanto ninguna empresaria debe pensar en estar asociada porque va a recibir dinero a cambio. Una asociación te va a dar información, contactos, te va a hacer llegar donde tú sola no puedes llegar, te va a aportar ideas. Yo le pregunto a muchas empresarias si leen el BOE y el BOJA todos los días. No tienen tiempo, pues en la asociación hay una técnica que se lo lee todos los días y en la CEC un técnico. Desgranan qué te puede servir, te llaman y te dicen que ha salido tal ayuda... Si no fuera por eso no nos enteraríamos. El asociacionismo proporciona muchas cosas que nos son económicas, que no es un sueldo al mes y esa conciencia hay que tomarla. Solos por el mundo no podemos ir. El hombre es un ser que necesita compañía y en esto también.

Llega principios de mes y con éste los datos del paro y las consiguientes declaraciones de sindicatos, políticos… ¿qué tienen que decir las mujeres empresarias? ¿qué proponen para atenuar, al menos, esta lacra que afecta a Jerez y la provincia?

Ay que crear empresas. Los políticos hablan de crear nuevos puestos de trabajo y, el presidente de la CEC lo dice mucho, los políticos no tienen la labor de crear puestos de trabajo, los puestos de trabajo los crean los empresarios. Los políticos tienen que darnos facilidades para crear empresas, que ya nos encargaremos nosotros de crear los puestos de trabajo. No ponernos tantas trabas fiscales… Tienen que facilitar el crear una empresa. ¿Cómo solucionamos el problema del empleo? Creando empresas y nos lo tienen que facilitar.

"La burocracia que existe en España para crear una empresa, te aburre. Lloras antes de montar una empresa"

La burocracia que existe en España para crear una empresa, te aburre. Lloras antes de montar una empresa. Una cantidad de papeleo, de vueltas de una oficina a otra. Se intenta años tras año, gobierno tras gobierno, legislatura tras legislatura, hacer la famosa ventanilla única y es que no se ponen de acuerdo los gobiernos locales con los regionales, con las diputaciones... para hacer una ventanilla donde el empresario llegue y se lleve el tocho de papeles, los rellene y los devuelva a la misma ventanilla. Tiras dinero en papeles. Tienen que dar facilidades. El problema que tenemos es que no podemos montar las empresas hasta que no esté todo el papeleo hecho. Hay algunos que sí son necesarios, pero hay papeleo que no tiene prisa. Así que déjame montar la empresa, dame tiempo, dame unos meses que yo ya procuraré que en ese tiempo esté el papeleo y si no que me lo cierren. Pero en ese tiempo yo ya he empezado a generar negocio, a vender, ha entrado dinero y puedo ir arreglando los papeles. Tienen que dar facilidades a la hora de instalarse grandes empresas en los suelos, ponerlo más accesible, eso nos va a ayudar a crear empresas. Los políticos no son los llamados a crear empresas, y los puestos de trabajo que crean son los de funcionarios, que eso es sota, caballo y rey.

"También hay hombres que inventan lo que sea. Las mujeres somos muy resistentes a la crisis, quizás porque seamos muy perseverantes" 

Casi a diario encontramos negocios innovadores impulsados por chicas jóvenes y no tan jóvenes. ¿A qué se debe? ¿Tienen las mujeres más capacidad de reciclarse, de resistir, de innovar?

Sí es verdad que los negocios de mujeres ahora mismo son muy distintos. Las mujeres siempre hemos estado encasilladas en el tópico de las mercerías y las zapaterías, que también tienen que estar porque necesitamos botones y necesitamos zapatos. Y hay una cantidad de empresas de mujeres, como se suele decir, del sector masculinizado, porque tienen a lo mejor un taller de reparación de coches, por ejemplo. Somos capaces de innovar e inventar y la necesidad nos hace inventar e innovar. Si has montado tu negocio, como antes te explicaba por autoemplearte, yo monto lo que sea por montar mi empresa. También hay hombres que inventan lo que sea. Las mujeres somos muy resistentes a la crisis, quizás porque seamos muy perseverantes. Creo que esta crisis nos ha hecho cambiar mucho para bien, para darnos cuenta de que estábamos viviendo una época muy boyante pero que no lo estábamos haciendo bien.

Los empresarios y empresarias nunca enferman, están hechos de otra pasta, dicen las leyendas urbanas.

Sí, yo apostillo eso porque tomamos conciencia de que es nuestro negocio y nos duele. Si no vamos a trabajar ese día, no comemos. Estamos cubiertos por enfermedad, pero si el empresario tiene un negocio pequeño y es el que abre la puerta y se pone malo, ese día no abre. Somos más resistentes, es verdad, la pasta con la que nos han hecho puede ser la mentalidad. También defiendo a muchos trabajadores que también están hechos de otra pasta y aguantan, pero es verdad que a loss autónomos nos cuesta un poquito más no ir a trabajar porque estemos resfriados, sabemos que no tenemos a nadie que nos cubra. Mientras que en un puesto por cuenta ajena el empresario buscará un sustituto.

¿Invita a las mujeres a emprender? ¿Por qué?

Porque es necesario. Nuestra economía lo necesita. Si queremos crecer donde residimos, la economía la hacen las empresas. Cuanto más empresas haya, habrá más puestos de trabajo; cuanto más trabajo, habrá más consumo. Necesitamos emprender y hay gente que necesita probarlo para saber que es un disfrute poner una empresa en marcha.

¿Qué siente cuando oye que las mujeres cobran un 20-30% menos que los hombres por el mismo trabajo?

A mí me duele mucho. Yo fui cura antes que fraile. Cuando fui trabajadora también lo viví en mi época hace ya muchos años. Si nos movemos por convenios colectivos y éste dice que se cobra diez, diez para unos y diez para otras; no se puede decir: diez porque eres hombre y ocho porque eres mujer. No lo entiendo; esas cosas no deben pasar, eso es seguir haciendo sectarismo y no me parece una buena postura.

"Si nos movemos por convenios colectivos y éste dice que se cobra diez, diez para unos y diez para otras; no se puede decir: diez porque eres hombre y ocho porque eres mujer"

¿Está a favor de la discriminación positiva?

Bueno, la discriminación positiva se inventó en un momento en el que había una discriminación negativa con respecto a las mujeres. Yo abogo por la igualdad. Esa figura se inventó en un momento muy difícil y siguen existiendo subvenciones y ayudas que favorecen a la mujer. Se inventó para sacar a flote un sector que estaba muy anulado. Esperemos que haya un momento en el que no tenga que existir esa discriminación positiva porque dé igual quién lo pida, cómo lo pida y dónde lo pida. Por lo tanto, a eso tendemos.

¿Cree que hombre y mujer deben tener la misma baja por paternidad y maternidad, respectivamente?

Sí. Tienen el mismo derecho a criar de sus hijos los padres y las madres. Es una experiencia muy especial. Es cuestión de organizarlo bien de forma que repercuta tanto a favor del trabajador que recibe esa baja como para que las empresas no tengan que soportar un coste adicional por ese motivo. Bien organizado para que ambas partes estén a gusto, creo que puede ser posible.

¿Qué opina sobre el caso Bescansa?

Cada uno escenifica lo que quiere. Yo no veo necesario tener que llevar al niño, si fuese que se lo va a llevar todos los días, pero por escenificar… No era sitio para un niño. Los que trabajamos de cara al público en política y en organismos dejamos a nuestros niños donde tienen que estar y no tenemos que decir: “Estoy aquí y tengo un niño”. Ella sintió la necesidad, bueno, es respetable, yo pienso que no era sitio para el niño, desde luego.

¿Qué le sigue indignando como mujer y empresaria?

Que todavía a las alturas de este siglo siga existiendo cierta desigualdad, que las mujeres tengan a veces problemas para emprender, para afrontar un negocio.

Sobre el autor:

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María Luisa Parra

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