El Prendimiento 'liberará' a un recluso en edad de jubilación tras 22 años en prisión

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Puerto III y Obispado firman el acuerdo para su libertad condicional, tutelada por la pastoral penitenciaria y la hermandad, en el lustro de condena que le resta.

El director de Puerto III, Miguel Ángel Rodríguez, y el obispo de la Diocesis de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, han firmado el acuerdo para que un recluso de este centro penitenciario adquiera la libertad condicional tras 22 años encarcelado por una condena de 27. En edad de jubilación, gracias a su buena conducta, los cinco años próximos de condena pasará a estar tutelado por la pastoral penitenciaria y por la hermandad del Prendimiento de Jerez, cuya túnica vestirá el reo el próximo Miércoles Santo.

El acto simbólico ha sido promovido por la cofradía de Santiago y se justifica en el Año Jubilar de la Misericordia. El acto en la sede de la hermandad ha preparado esta salida de prisión, así como su presencia de nazareno en la cofradía el próximo Miércoles Santo, según han confirmado desde el Obispado en una nota de prensa. Monseñor Mazuelos y Miguel Ángel Rodríguez, director de Puerto III, han firmado el acuerdo acompañados por el hermano mayor del Prendimiento, Manuel Fernández; el párroco de Santiago, Diego Moreno; los delegados diocesanos de Pastoral Penitenciaria y Hermandades y Cofradías, Francisco Muñoz y Joaquín Perea, así como el subdirector de Puerto III, Santiago Gutiérrez, y el presidente del Consejo de Hermandades de Jerez, Pedro Pérez.  

El director del centro ha confirmado que este acuerdo ha sido posible una vez que la junta de tratamiento de las mencionadas instalaciones penitenciarias valorara y elevara esta petición al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria Nº 10 de El Puerto de Santa María. También ha anunciado el deseo de dar continuidad anual a estas liberaciones de la mano de esta iniciativa del Obispado, su delegación que tantos años lleva ya colaborando con ellos y la hermandad. Puerto III alberga a unos 1.500 internos, tanto hombres como mujeres, que reciben el acompañamiento de la Iglesia de la mano de la pastoral penitenciaria. “Es un gran pilar para nuestra labor”, ha indicado Miguel Ángel Rodríguez.

 

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