"El Papa Francisco me parece un excelente comunicador"

eugenio_camacho-5
eugenio_camacho-5

El periodista Eugenio Camacho arranca su cuarta temporada como formador en oratoria y comunicación, una asignatura pendiente en España.

¿Recuerdan el mal trago que pasaban cuando tenían que salir a la pizarra en el colegio para exponer un trabajo en grupo? ¿Y aquella vez que se quedaron en blanco al querer hablar con ese chico o chica que les gustaba? ¿O esa entrevista de trabajo en la que tenían depositada tantas expectativas? Eugenio Camacho (Jerez, 1973), también recuerda ese miedo escénico al ponerse delante de un micrófono por primera vez con 17 años, algo que para un periodista se antojaba preocupante. Pero el paso del tiempo y las tablas que dan la profesión hicieron que ese terror fuera desapareciendo poco a poco. Pero también supo que la formación es importante. La oratoria, con más de 2.500 años de historia, que se empezó a desarrollar en Sicilia y que luego tuvo su apogeo en la Grecia clásica y el Imperio Romano, sigue siendo una asignatura pendiente en España. De hecho, en los colegios todavía no se imparte como tal, a diferencia de otros países europeos y americanos. El periodista, al que actualmente pueden escuchar de lunes a viernes en el programa 'Hoy por hoy' de Radio Jerez, arranca su cuarta temporada como formador en oratoria y comunicación para demostrar que cualquiera, con un poco de voluntad, puede llegar a ser un gran orador.

- ¿En qué ha variado esa oratoria clásica de Sócrates o Cicerón con respecto a la actual?

- La principal empresa de comunicación del mundo, Apple, cuando presenta sus productos recurre a un escenario y a una persona con todos los dotes que le puede aportar la oratoria. Podía hacer un Power Point, un video espectacular y viralizarlo, pero al final lo más eficaz es la palabra hablada, una persona en un escenario hablándole a millones de personas. Es la forma más eficaz de comunicación. Yo creo que es un ejemplo bastante gráfico de que en 2.500 años tampoco han cambiado tantas las cosas en un tema como la oratoria y que sigue siendo una herramienta fundamental para poder ir por la vida con las espaldas bien cubiertas.

- Sin embargo, en aquella época no existían las ahora clásicas presentaciones en Power Point. ¿De qué manera han influido? 

- Mucha gente las utiliza para tratar de vencer el miedo escénico o el sentido del ridículo. El caso es que el abuso de esta herramiento es la muerte de la oratoria y no es la forma de comunicar más efectiva, más bien al contrario. El Power Point debe ser un complemento a la presentación, y no convenrtirse en un todo. Este mal uso denota que solemos pensar más en la fobia que nos produce hablar en público que en la efectividad del mensaje.

- ¿De qué se ha dado cuenta en este tiempo como formador?

- Lo que me he dado cuenta es de que absolutamente todos podemos comunicar eficazmente, que esto no es exclusivo de personas con un don natural o cualidades innatas. Esto es para todo el mundo que se quiera formar, que quiera entrenar y que quiera desarrollar esta capacidad que tantas satisfacciones profesionales y personales le puede dar en la vida. Comunicar eficazmente, ser capaz de hablar, de convencer, de expresarse con naturalidad y claridad da un plus en todos los hábitos de tu vida. Una persona que es buena comunicadora tiene mucho ganado con respecto a la que no lo es, pero no porque no sea capaz de serlo, sino porque nadie le ha dicho que puede potenciar esta cualidad.

- ¿Pero tiene que ver ahí el nivel educativo, por ejemplo?

- Depende. Si vas a un congreso científico y no lo eres, difícilmente vas a decir algo que vaya a despertar el interés de las personas que te están escuchando. Pero si te diriges a un público heterogéneo en el que haya de todo, personas con y sin formación, más vale que conectes con los que no la tienen para que de esa forma todos te puedan entender y recibir tu mensaje. Depende de las situaciones, una formación, que hay que tenerla en mayor o menor medida, te puede dar también una serie de facultades interesantes, pero para hablar en público eficazmente no hace falta apabullar a nadie con tu conocimiento, solo hace falta comunicar, y para eso hace falta que te entiendan. Es que cuando conectas con esta realidad derribas muchos mitos. Cuántas veces nos hemos encontrado con conferencias magistrales de catedráticos eminentísimos que no conectan con la audiencia porque no bajan de su atril y no se han puesto en la piel de las personas que les están escuchando. Esas personas que están hablando ex cátedra y que no están entendiendo la función básica, que es la de que su mensaje llegue, porque si el mensaje no llega se está incumpliendo la principal regla esencial, que es la de que el mensaje llegue del emisor al receptor.- ¿Cuál es la clave?

- Poner pie en pared y ser conscientes de que tengo unas cualidades innatas para comunicar bien que tengo que descubrirlas, potenciarlas y entrenarlas y que de esa forma puedo llegar a comunicar de manera que me sorprenda a mí mismo, porque nadie ha llegado a desarrollarlas ya que en el sistema educativo la oratoria brilla por su ausencia. Entonces nos encontramos con que llegados a la vida adulta nos tenemos que enfrentar con una entrevista de trabajo, a un proyecto fin de carrera, a un examen oral…

- ¿Por qué en los colegios y en las universidades españolas se le da de lado a la oratoria?

- En Estados Unidos esto está más que aceptado y si vas a una boda probablemente te encuentres con cinco o seis discursos de personas que durante un minuto se levantan y le dedican palabras al novio y a la novia y esto apenas se ve aquí porque culturalmente no está aceptado. Vivimos con ese miedo escénico, esa inseguridad y ese sentido del ridículo por no haber desarrollado esta cualidad. De los italianos cuántas veces admiramos su capacidad para llegar, de comunicar y convencer. Vemos que las empresas españolas han tenido que ir al extranjero a competir en igualdad de condiciones y con proyectos que a lo mejor son mejores que los de nuestros vecinos europeos y que sin embargo se los han llevado porque lo han sabido vender mejor. ¿Por qué ocurre esto en España? No lo sé. Dicen eso de "piensa mal y acertarás", pero hay una realidad que está muy clara: en un país plenamente democrático, que haya 40 millones de personas capaces de hablar y de influir a los demás es una maravilla o un problema si es que resulta que el sistema lo que quiere es tenernos aborregados con fútbol, pan y circo. No sé si van los tiros por ahí, pero da que pensar. El profesor Ángel Lafuente, que ha sido mi principal maestro, que ha impartido desde hace más de 50 años clases de oratoria entre España y Latinoamérica, se ha reunido con cinco ministros de Educación diferentes tanto del PP como del PSOE para tratar este asunto y esto no se ha llegado nunca a hacer. ¿Por qué? Yo no quiero tampoco decir algo de lo que no tengo pruebas, pero igual es muy incómodo para alguno el tener a 40 millones de personas con capacidad de hablar y de convencer a los demás. Independientemente del color político, que esta asignatura se imparta en los colegios me parece de puro sentido común.

De los clásicos, Felipe González ha sido siempre un gran comunicador y orador, se ha preparado a conciencia para ello

- ¿Cómo ve la forma de comunicar de nuestros principales líderes políticos?

- Sin entrar en el fondo, en las formas se ha mejorado muchísimo. De los clásicos, Felipe González ha sido siempre un gran comunicador y orador, se ha preparado a conciencia para ello. Adolfo Suárez también. Pero esto es algo que ha ido a más. Ya es raro ver a algún político en primera línea que no comunique bien, quizás sea Rajoy la excepción.

- Empecemos por Albert Rivera.

- Rivera, que es campeón de España de oratoria, es un buen comunicador. Sin embargo, en el debate a cuatro tuvo una serie de errores que jugaron en su contra. Poco armónicos y demasiado bruscos sus movimientos, en ocasiones oscilantes, lo que demostraba poco aplomo y control de la situación. Ya en el segundo mejoró bastante. Siendo un gran orador tiene defectos por pulir porque, técnicamente, el mejor de los oradores siempre podrá superarse. El 10 en oratoria va a ser un objetivo a lo largo de la vida al que probablemente no vamos a poder llegar, pero siempre tiene que ser una aspiración. Y en el caso de Rivera los aspavientos le juegan una mala pasada en ocasiones.

- ¿Iglesias?

- Se ha formado también en un curso intensivo en Televisión Española, se ha preparado a conciencia y sabe que en el campo de la comunicación se juega este partido. Es un buen comunicador, aunque a mi modo de ver el juego con el bolígrafo distrae a la persona que tiene enfrente. A él le da seguridad, pero se trata de darle seguridad a los demás, no a sí mismo. No llevar chaqueta hace que muchas veces tenga imposibiliad de mover los brazos para ocultar también las ‘empanadillas’, así que esa posición un tanto estática tampoco es la mejor. Hay que recordar que el lenguaje no verbal es una parte muy importante, un 93 por ciento del proceso de la comunicación. El mensaje al fin y al cabo juega un papel ínfimo. También ha suavizado el arqueo de las cejas, que le confieren una posición más amable de cara al público.

- Pedro Sánchez.

- Desde el punto de vista de la comunicación es el que se muestra con más aplomo, con más seguridad y el que proyecta mayor confianza no tanto en el fondo, sino en las formas. Creo que es el que mejor está desarrollando sus cualidades como orador, y repito que no entro tanto en el contenido, sino en las formas: aplomo, empaque… Yo creo que ha visto más de un video de Obama. De los cuatro primeros espadas, aunque ahora está de capa caída, es el que mejor comunica siendo técnicamente mejorable.- Y nos falta Rajoy...

- Rajoy es un buen orador de tribuna, pero en las distancias cortas pierde. En estos modelos que hemos importado de Estados Unidos Rajoy no se encuentra tan cómodo y en debates televisivos se le ve superado. 

- Que no asistiera al primer debate a cuatro. ¿Fue por estrategia o por algunas de sus meteduras de pata dialécticas en algunos mítines?

- Yo desconozco las interioridades, pero no creo que obedezca a una estrategia de imagen más que política. Cuando manda a la número dos creo que era consciente de que no era el momento de ponerse por delante y era una forma de no aprecio del resto de contrincantes políticos. Yo no creo que estuviera relacionado con el tema ese, de otra manera no hubiera participado en el segundo debate a cuatro. Fue estrategia electoral, me da la impresión, más que de puesta en escena.

- Hablaba antes de Obama...

- Yo empiezo mi curso con un video de Barack Obama y a las personas que lo ven les pregunto qué impresión les da y me dicen que seguridad, aplomo, control, confianza, dominio de la situación, tranquilidad… Todo eso proyecta. Y luego casi nadie habla inglés, pero ese es el poder del lenguaje no verbal. Obama lo que proyecta es fruto de una gran inteligencia emocional. Mónica Pérez de las Heras, que es una estudiosa de Obama y que también se dedica al campo de la oratoria, habla de una persona emocionalmente muy inteligente y preparada, una persona que ha leído a Ghandi, a Kennedy a Martin Luther King, una persona con una gran inteligencia emocional desde que tiene uso de razón y eso confiere mucha confianza, mucha credibilidad y mucha serenidad al orador, pero esa serenidad no es espontánea, es algo que también se va trabajando. Para mí su puntal es la gran inteligencia emocional.

Rajoy es un buen orador de tribuna, pero en las distancias cortas pierde

- ¿Entonces no se nace con la espontaneidad a la hora de comunicar?

- Yo creo que todos nacemos con eso y sin eso. Tú no puedes ser un gran comunicador nato si no tienes un entorno favorable. Yo creo que el comunicador se va forjando con la formación, la preparación, el entrenamiento… Esto es un día a día. Estamos todo el día comunicando, no podemos no comunicar. Comunicamos con la mirada, los gestos, en el uno a uno… Lo que ocurre es que solo unos pocos se preocupan por formarse, por entrenar y darle valor a esa comunicación y ese es el motivo de que se vayan poniendo de moda cursos de oratoria, porque cada vez más tenemos la oportunidad, dediquémonos a lo que nos dediquemos, de comunicar bien. Tenemos muchas herramientas a nuestra disposición para darnos valor, como un video presentación en Youtube, pero necesitamos previamente adquirir las herramientas para dar lo mejor de nosotros mismos a la hora de comunicar.

- ¿Ser un gran lector influye a la hora de poder comunicarnos mejor?

- Eso te da lógicamente ventaja a la hora de expresarte, pero cuidado: tener un vocabulario excesivamente extenso no significa que seas un buen comunicador. Hablar mucho no significa comunicar bien, por ejemplo. Pero tener formación es importante, aunque una persona analfabeta puede ser una persona que comunique bien, dependiendo del foro y a quién se dirija. Y hay personas con una formación excelsa que no llega a la gente. Pero la lectura y tener un buen vocabulario es importante, no definitivo. Hay personas a las que como no les gusta leer piensan que no pueden ser unos grandes comunicadores porque les falta vocabulario. Pero ojo: todos tenemos más vocabulario del que pensamos, porque normalmente entendemos lo que leemos o escuchamos en el día a día, pero es verdad que el vocabulario tampoco es definitivo para ser un gran comunicador. Para ser un buen comunicador, simplemente tu mensaje tiene que llegar a tu interlocutor. Lo que pasa es que muchas veces perseguimos otros objetivos: lucirnos, quedar bien, dar buena impresión…

- Efectivamente comunicar bien también es importante en el terreno personal, no solo profesional…

- Claro, esto es para todo. Para las relaciones con los amigos. Para ligar… Ahí está siempre el típico piquito de oro...- ¿Qué personaje cree que sienta cátedra en cuanto a la oratoria?

- De los de ahora es complicado que una persona que sea la imagen de una compañía o entidad no tenga trillado el tema de la oratoria. De hecho la formación personalizada a directivos está a la orden del día. Ponerte ejemplos… A mí me parece un excelente comunicador el Papa Francisco, y ya no entro en el terreno del contenido, de hecho en mis cursos no hablo ni de política ni de religión, pero a la hora de comunicar se los lleva de calle. Primero porque es argentino, y allí en el colegio la oratoria está a la orden del día. Eso es algo que lo llevan. Ahí ves a un Valdano o a un D’Alessandro que gracias a su capacidad de comunicar les ha supuesto un valor y un plus en su trayectoria. De personajes públicos, además de los políticos, podemos hablar de personas del mundo del espectáculo. Ahora se habla mucho de Bertín Osborne, que tiene una cosa muy buena que es la naturalidad, que es una parte muy importante de una comunicación eficaz. No tienes que imitar a nadie, tienes que ser tú mismo dando tu mejor versión. La naturalidad y la humildad juegan un gran papel.

- Se refería antes a Valdano y D'Alessandro, dos personajes del mundo del fútbol. Y llama la atención que a algunos de los grandes futbolistas, espejo para muchos e ídolos de masas, a menudo de vergüenza ajena escucharles. Tampoco los grandes clubes se preocupan por formarles en este sentido...

- Absolutamente. Están continuamente en contacto con los medios de comunicación y con el público, eso lo necesitarían como el comer. En Estados Unidos me consta que los equipos de la NBA esto sí lo tienen bastante claro y aquí eso está por llegar. Es una cuestión cultural. Esto en EEUU está aceptado, igual que en otros países y aquí en España le metes un micro por delante a un chaval y el pobre se pone de todos los colores, aunque a base de tablas casi no se nota, lo que no significa que sea alguien que comunique bien o tenga una buena oratoria. Cogen los típicos latiguillos que luego todos repiten. Cuando se habla de que los futbolistas siempre dicen lo mismo porque los periodistas siempre preguntan lo mismo tiene parte de razón, pero es que también es verdad que no hay una preocupación por tener una buena labia, con la de satisfacciones personales que una buena labia le ha dado, por ejemplo, a futbolistas argentinos o italianos. Y a cuántos entrenadores los salva la prensa. Si tienes un tío que da titulares, que se expresa bien y que da juego, la prensa da la cara por él. Y en el colegio de entrenadores la oratoria también es una asignatura pendiente. Pero si hablamos de España hablamos de todas las profesiones, aunque si hablamos de la política es normal que se hayan puesto las pilas. Pero no tenemos muchas más excepciones. 

- Esta va a ser su cuarta temporada como formador. ¿Nota que hay cada vez más interés por mejorar nuestra manera de comunicarnos?

Sí. Está de moda. La gente se ha convencido de que esto es para todo el mundo, sea cual sea su formación, su nivel cultural, social, económico… Todos lo necesitamos y cada vez lo vamos a necesitar más. Esto no es para unos elegidos. La gente está detectando que lo necesita. Porque para una entrevista de trabajo lo mismo puedes ir con un gran curriculum, pero luego delante del encargado de recursos humanos te puede fallar la puesta en escena, te pones nervioso y te pones a sudar porque te puede la situación y esa formación queda reducida al final a la mínima expresión. Cuando no das la talla en la puesta en escena toda tu formación se va por el sumidero.

- ¿Y qué perfiles está encontrando?

- Más mujeres que hombres, y de todas las edades, desde alumnos de Secundaria, empujados por los padres pero sobre todo por las madres. Pero también he tenido mujeres que con seseinta y tantos años las han nombrado presidenta de la comunidad de vecinos y quiere prepararse para comunicar mejor. Pero es verdad que las mujeres son más conscientes que los hombres en el campo de la oratoria. 

Sobre el autor:

jorge-miro

Jorge Miró

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído