Los problemas físicos se están cebando este curso con el equipo de Álvaro Cervera, que ha tenido que lidiar con hombres lesionados en ocho de los dieciséis partidos jugados hasta el momento.
El Cádiz ha cogido ritmo de crucero y, con cuatro victorias seguidas y cinco encuentros consecutivos sin perder ni encajar un gol, ha vuelto a las posiciones de privilegio de la tabla clasificatoria. Los amarillos acumulan ya 26 puntos en las 16 jornadas que se han disputado hasta el momento, restando menos de la mitad para asegurar el primer objetivo marcado para esta temporada: la permanencia en el fútbol profesional. Es el segundo equipo menos goleado de todo el campeonato y Cifuentes ha logrado dejar la portería a cero en una decena de partidos.
Sin embargo, el mal endémico de esta temporada aún no se ha solucionado. Es evidente que la plantilla dirigida por Álvaro Cervera tiene un serio problema de lesiones en el presente curso. Y es que el conjunto amarillo ha visto cómo hasta en ocho encuentros se han lesionado futbolistas de mayor o menor gravedad. Incluso en un partido llegaron a lesionarse dos jugadores. Ocurrió en la victoria en Almería: Barral era sustituido al descanso con una elongación, mientras que Salvi, bigoleador aquella tarde, sufría una dura entrada de José Ángel Pozo de la que Pina llegó a decir que le tendría casi dos meses fuera de los terrenos de juego. Por suerte, pudo volver para jugar en El Molinón.
En la primera jornada del campeonato, José Mari tuvo que abandonar el césped de El Arcángel a la media hora de partido por lesión, entrando Abdullah en su lugar. En el cuarto partido, ante el Nàstic en Carranza, Álvaro García reaparecía tras no entrenar por las ofertas del Getafe. Eddy Silvestre, víctima de la impotencia, cazaba al utrerano y lo mandaba a vestuarios. Dani Romera entraba en su lugar.
Cuatro partidos después, de nuevo en Carranza, Marcos Mauro se lesionaba en el fatídico choque en el que los amarillos fallaron tres penaltis ante un Osasuna que acabó venciendo 0-2. Una situación, la de las lesiones, que se produciría de nuevo a las dos semanas. Otra vez en Cádiz y ante la Cultural, era Salvi el que se lesionaba esta vez. El sanluqueño dejaba su puesto a Nico Hidalgo cuando había jugado poco más de media hora.
Tras una visita a El Alcoraz en el que nadie se resintió, más lesiones. En las jornadas 12 y 13 (empate ante Rayo y victoria en Almería) Abdullah, Barral y Salvi sufrían problemas. El primero, ante los vallecanos, fue sustituido en el minuto 31 por Alberto Perea. En los Juegos del Mediterráneo el delantero isleño se quedó en los vestuarios en el descanso víctima de una elongación y Salvi fue cazado por José Ángel Pozo, una entrada de la que el propio Quique Pina llegó a decir que apartaría al extremo gaditano alrededor de dos meses.
Una semana después el Cádiz vencía sin complicaciones al Reus. Sin embargo, la lacra de esta temporada para los amarillos reaparecía en Gijón. Carpio se lesionaba al cuarto de hora de juego y, para colmo, Cervera no contaba con más laterales en el banquillo. Servando, tras hacerlo durante el playoff de ascenso a Segunda, se volvía a colocar en la banda para sustituir las labores de Carpio, dejando el centro de la defensa para Marcos Mauro.
En la última jornada disputada, en Carranza ante el Real Valladolid, nuevos problemas en la zaga cadista. Mikel Villanueva se echaba al suelo poco antes de la hora de partido y Kecojevic entraba en su lugar. En total, nueve lesionados en ocho partidos, la mitad de todos los que ha disputado hasta el momento en la competición liguera. Un déficit que el cuerpo técnico cadista debe solventar lo antes posible para prolongar el máximo tiempo posible una racha que ha vuelto a colocar al Cádiz en la parte alta de la clasificación.
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