El gobierno del PSOE, en plena guerra con los sindicatos mayoritarios, saca adelante un nuevo marco económico-financiero municipal gracias a Ganemos Jerez.
El Ayuntamiento de Jerez ha aprobado su cuarto programa de medidas de contención del gasto y mejora de los ingresos de la última década. Los planes de saneamiento o viabilidad precedentes no solo no cumplieron sus objetivos sino que la deuda municipal ha seguido creciendo hasta rondar los 1.000 millones de euros. Cuatro años después del último Plan de Ajuste del gobierno del PP, que incluyó un ERE para 260 empleados públicos, la privatización del agua y sufrió cinco revisiones en el mandato con María José García-Pelayo como alcaldesa, el ejecutivo socialista, respaldado por el voto favorable de los cinco concejales de Ganemos Jerez y ayudado por las abstenciones de IU y Ciudadanos, ha sacado adelante un nuevo escenario macroeconómico para una ciudad marcada por la asfixia económica, la brecha social y el paro. Estas previsiones, que deben recibir el visto bueno del Ministerio de Hacienda, estiman ahorrar unos 146 millones de euros y mejorar los ingresos en 71,5 millones hasta 2026.
“Es un Plan serio, riguroso y realizable”, ha subrayado como un mantra Santiago Galván, teniente de alcaldesa de Economía y Hacienda, al inicio de una sesión de pleno extraordinaria que ha estado marcada por la bronca y el atronador ruido de las protestas en la calle Consistorio. El PP ha votado en contra del documento, sin plantear alternativas y sin entrar en el fondo, dado que ha reclamado la nulidad de los acuerdos adoptados por vulneración del derecho a la información de los concejales. Según ha argumentado el portavoz popular, Antonio Saldaña, no han recibido el expediente con la suficiente antelación que exige la ley, por lo que incluso pondrán los hechos en conocimiento de la Fiscalía e interpondrán una denuncia en el contencioso-administrativo. “Es muy difícil montar este expediente. Durante cuatro años ustedes lo han hecho reiteradamente”, ha dicho la alcaldesa, Mamen Sánchez, tirando de ‘y tú más’ durante la ratificación de la urgencia de la sesión. Una justificación inaceptable si de lo que de verdad se está hablando es de imprimir un nuevo rumbo a la política local.
Idéntica postura ha adoptado finalmente C’s, que aunque públicamente apoyó el programa económico-financiero al final se ha marcado un Pilatos y se ha lavado las manos con su abstención. “Ya dijimos que nos gusta la música pero que no conocemos la letra”, ha dicho Carlos Pérez, portavoz de la formación naranja en la ciudad. Ambas organizaciones políticas han centrado su negativa en el supuesto “acto de fe” que suponía respaldar un plan del que no se conoce explícitamente, por ejemplo, cómo se aplicará la rebaja en un 40% de los sobresueldos en el Consistorio y qué cuadros horarios tendrá que cumplir la plantilla para preservar las 37,5 horas semanales que marca la ley y aminorar el dispendio en horas extra. Cuestiones que el ejecutivo socialista trata de negociar sin éxito con la representación sindical del Consistorio.
“La política económica del anterior gobierno estuvo presidida por la mentira a la ciudadanía, la mentira al propio ministro de Hacienda, la obtención de liquidez inmediata a cambio de asfixia y la patada hacia delante”, ha enumerado Galván para defender un nuevo Plan de Ajuste que “corrige” las desviaciones de “hasta el 100%” de los anteriores compromisos económicos-financieros del PP. La sesión extraordinaria, de enorme calado para el futuro a corto, medio y largo plazo de la ciudad, ha quedado despachada en apenas media hora. No ha habido debate posible entre el gobierno y el principal partido de la oposición, dado que Saldaña se ha mantenido enrocado en la petición de un aplazamiento del pleno al no haber tenido acceso a la documentación "en tiempo y forma, tal como plantea la ley".
Desde el plan de saneamiento de 2005, que aprobó la entonces alcaldesa socialista Pilar Sánchez junto a su socio Pedro Pacheco –ambos hoy en prisión-, la deuda municipal no ha dejado de aumentar de forma imparable, mientras que el caos en materia de personal no solo se ha acrecentado en este tiempo, sino que se ha agudizado merced a las decisiones arbitrarias, el miedo y la división del personal. A finales de julio de 2009, el PSOE, ya con mayoría absoluta, afrontaba lo que denominó Plan de Viabilidad para el Consistorio, que tampoco fue capaz de contener la sangría ya entrada la crisis generalizada. Con el cambio de gobierno en 2011, con poder absoluto para el PP de María José García-Pelayo, se aprobó un nuevo Plan de Ajuste en la primavera de 2012 que tampoco ha llegado a dar sus frutos. Hacienda exige más ante los problemas de liquidez y solvencia municipal a la hora de hacer frente a los vencimientos con las entidades financieras. "Es muy gráfica la diferencia entre este Plan y el que tenía la derecha de esta ciudad, mientras que unos protegemos los derechos sociales, otros tienen su flanco de batalla en eso", ha apostillado Galván, en un pleno que ha dejado sobrevolando la percepción de que es ahora cuando verdaderamente comienza el mandato para los socialistas. Una desagradable sensación, en paralelo, de que Jerez sigue en el mismo punto de no retorno de hace diez o quince años.