El menor de Los Delinqüentes se fue el 6 de julio de 2004.
Doce años hace ya desde que Miguel Ángel Benítez, Migue, el matajare, el delinqüente, nos dejara. Fue el 4 de julio de 2004, apenas 15 días después de cumplir 21 años, cuando la voz rajada del menor del trío garrapatero se calló para siempre. Aunque sigue sonando con fuerza en los reproductores de música y en los corazones de sus seguidores, que se cuentan por miles.
En una pequeña casa a caballo entre San José Obrero y Guadalcacín, donde todavía se conserva un muro con un grafiti de Migue, se crió el garrapatero. Allí mismo dio a luz a muchas de las canciones del grupo que formó junto a Marcos del Ojo (El Canijo de Jerez) y Diego Pozo (El Ratón), cuyas canciones son himnos para los numerosos fieles con los que cuenta el grupo, incluso años después de separarse
"Siempre que me preguntan por él lo primero que destaco es su generosidad", decía su hermano Manu en una entrevista en lavozdelsur.es. “El Migue, que era cuatro años menor que yo, con 14 años ya estaba con la guitarra de palo porque lo flipaba con Pata Negra y con Triana, y con 15 años monta Los Delinqüentes. Empieza a hacer cosas que no son normales para un niño de 14 años", señala el hermano de Migue, que confiesa que el menor de Los Delinqüentes tenía tan claro a qué quería dedicarse que con el dinero de su comunión se compró su primera guitarra, a la que le puso nombre: La Venena.
Que yo no se que es lo que tiene
Y que me alegra los corazones
El sentimiento garrapatero
Que nos traen las flores.
Valga como homenaje a Migue.