El doble homenaje a Paco Collantes en el quinto aniversario de su adiós: fútbol y una convivencia muy sentida

El V Memorial a 'Tato' se celebra el domingo entre un torneo en Guadalcacín y una jornada con entrada libre en las Bodegas Nuevo Diplomático, donde este año se celebrará la conocida 'Zambomba der Willy'

Willy y José Verdugo, dos de los organizadores del V Memorial de Paco Collantes, Tato.
Willy y José Verdugo, dos de los organizadores del V Memorial de Paco Collantes, Tato. MANU GARCÍA
07 de noviembre de 2025 a las 18:01h

El próximo 22 de noviembre se cumplirán cinco años de la muerte de Paco Collantes, conocido como Tato, pero nadie se ha olvidado de él. Tenía 40 años y su fallecimiento dejó una profunda huella en el fútbol base jerezano, donde fue jugador y compañero muy querido. Desde entonces, sus amigos lo recuerdan cada año con una cita donde se mezclan el deporte con la convivencia.

Para recordarlo, el estadio de Guadalcacín acogerá desde las nueve de la mañana de este domingo, 9 de noviembre, el V Memorial Paco Collantes. La jornada deportiva servirá, un año más, para mantener viva su memoria en un ambiente de convivencia y solidaridad.

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Algunas de las camisetas que se lucirán en el V Memorial. MANU GARCÍA
El memorial tiene carácter benéfico y está impulsado por una comisión formada por seis amigos del exfutbolista, que cada año se encargan de coordinar la organización junto a un gran número de colaboradores y patrocinadores. "Hace cinco años perdimos a un amigo en un accidente laboral y desde entonces celebramos este encuentro para recordarlo", explica Willy, uno de los promotores y conocido por su zambomba navideña. El torneo incluirá un cuadrangular con cuatro equipos: un combinado de amigos, un conjunto del Pueblo Nuevo de la época de Paco, otro con jugadores del Jerez y el Flamenco —reunidos de forma excepcional bajo la misma camiseta— y un equipo del Guadalcacín con futbolistas de las dos etapas en las que Collantes militó, alrededor de 2001.
 
Más allá del aspecto deportivo, los organizadores subrayan que el sentido del memorial está en la convivencia posterior, que tendrá lugar a partir de las dos de la tarde en las Bodegas Nuevo Diplomático, en Jerez, cedidas de forma totalmente altruista por la dirección del establecimiento. "Nos gusta hacerlo de forma solidaria, para reunirnos con su familia y amigos", comenta Willy.
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Preparativos para la celebración del domingo. MANU GARCÍA

Durante el acto se ofrecerán comidas caseras y bebidas a precios populares, con sorteos de cestas de chucherías y aportaciones voluntarias. "Los participantes pagan su camiseta y todo lo que se obtiene se destina a los gastos del memorial y a pequeños gestos solidarios", añaden los organizadores, agradeciendo la ayuda de las empresas locales que hacen posible el evento.

El memorial se ha consolidado como una cita fija en el calendario del fútbol jerezano y un ejemplo de cómo la unión de amigos y vecinos puede convertir el recuerdo en un gesto colectivo de cariño y compromiso.

Veinte años de una cita navideña muy especial

El 23 de noviembre, el propio Willy volverá a ser protagonista con otra de sus tradiciones más queridas: la Zambomba der Willy, que lleva organizando desde hace dos décadas y que muchos consideran el punto de partida de la Navidad jerezana. "Empecé hace 20 años en un bar muy pequeño y, con el tiempo, ha pasado por muchos sitios de la ciudad, pero siempre manteniendo su esencia".

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Willy, posando en las Bodegas Nuevo Diplomátco, donde se cellebrará su zambomba. MANU GARCÍA
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Uno de los espacios de las Bodegas Nuevo Diplomático. MANU GARCÍA

Este año, la cita se celebrará en las renovadas Bodegas Nuevo Diplomático, tras un acuerdo con sus responsables, y promete reunir a un gran número de asistentes. "Siempre se ha dicho que era la zambomba que abría la Navidad de Jerez", comenta su organizador, quien destaca el cariño del público y la fidelidad de quienes la viven año tras año.

"Durante años me criticaron por hacerla tan pronto, pero el tiempo ha demostrado que era el momento ideal. Y este año la celebramos en un sitio que es perfecto”, señala Willy. En su vigésima edición, la zambomba seguirá fiel a su espíritu original: un encuentro festivo, abierto y popular, que combina tradición, música y convivencia. "Gracias a Dios es un evento que cuenta sobre todo con el cariño y el respeto de la gente. Veinte años no se cumplen todos los días", resume su creador, quien deja entrever que este aniversario incluirá alguna sorpresa especial.

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Francisco J. Jiménez

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