La Policía recupera dinero, joyas, teléfonos móviles y diferente material electrónico por valor de más de 200.000 euros. Hay 16 detenidos, todos de Jerez, entre los cuales se encuentran dos "reputados" joyeros de la zona este que compraban las joyas a la banda para venderlas o fundir el oro.
Quince detenidos es el balance de una operación llevada a cabo por la Policía Nacional para desarticular una banda organizada de Jerez responsable de 34 robos en domicilios, la gran mayoría en nuestra ciudad, aunque también en Sanlúcar y Arcos.
Ciudadanos con un fuerte poder adquisitivo, entre ellos empresarios, arquitectos, hosteleros y abogados, así como ‘capos’ de la droga en Jerez fueron los blancos de este grupo que, en total, entre joyas (más de 550), relojes, móviles de alta gama, ordenadores portátiles, televisores, consolas de videojuego, gafas, bicicletas y dinero en efectivo, se hicieron con un botín de más de 200.000 euros, de los cuales unos 50.000 en metálico.
Así y todo, en más de una vez actuaron con personas en su domicilio. Ocurrió con varios menores y con un adulto que, al sorprender a los asaltantes, fue reducido violentamente y amenazado con un arma blanca, además de ser retenido en una habitación mientras arrancaban la caja fuerte.
Entre los detenidos figuran el propietario de un local de copas, dos “reputados” joyeros de la zona este, que se encargaban de vender parte de las joyas robadas o de fundirlas, y a uno de los mayores receptadores de telefónos móviles y aparatos electrónicos, que en su mayoría acababa vendiendo a clientes de Marruecos, según ha podido conocer este medio de fuentes del caso.
La operación policial, realizada por los miembros del Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Brigada de Policía Judicial, con el apoyo en las entradas y registros de la Unidad de Prevención y Reacción de la Brigada de Seguridad Ciudadana, todos ellos da la Comisaría de Jerez, ha finalizado en las últimas horas con las últimas detenciones, empleando los asaltantes una violencia extrema, llegando a lesionar a dos agentes.
Su manera de actuar era tal que incluso llegaban a ‘subcontratar’ a terceras personas para acometieran tareas de vigilancia y para vender las joyas robadas en joyerías a cambio de una contraprestación económica.
Llama la atención que los ladrones, si bien elegían a conciencia los domicilios para robar objetos de gran valor, llegaron a robar incluso dos huchas, presuntamente con el ahorro de niños, lo que da a entender la bajeza de los mismos.
De momento, ya han ingresado en prisión siete personas.