La Confederación Española de la Policía (CEP) denuncia que la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano solo dispone de dos agentes por turno de trabajo.
El Comité Provincial de la Confederación Española de la Policía (CEP) ha declarado recientemente la situación de conflicto en la Comisaría Local de Jerez, medida "drástica" que, señala, "responde a la necesaria denuncia y exigencia de asunción de responsabilidades sobre el actual estado de la brigada de Policía Judicial de la comisaría jerezana, situación que se viene padeciendo "de forma prolongada desde hace meses y que, hasta el momento, no sólo no se ha movido un dedo para subsanarla desde la jefatura de dicha comisaría, sino que además se vienen desatendiendo de forma reiterada, persistente y casi insolente los diversos escritos de denuncia presentados en el registro de la comisaría" por este secretario Provincial. La CEP, en un comunicado, señala en tal sentido que la situación raya "la más deliberada y dolosa indolencia hacia las situaciones que se han detectado en los distintos servicios afectados y atentando contra el legítimo derecho, constitucionalmente garantizado, del ejercicio de la función sindical".
El sindicato policial prosigue su denuncia afirmando que la situación es "especialmente preocupante" en el servicio que en la actualidad acumula un mayor número de quejas y reclamaciones por parte de los ciudadanos, la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano (ODAC), "gravosa no sólo para el normal desarrollo de las labores profesionales de los funcionarios sino especialmente para los usuarios y que amenaza con empeorar ante la inacción de la jefatura de la comisaría". La CEP recuerda que dicha oficina "es un servicio esencial donde no sólo se recepcionan las múltiples denuncias por parte de los ciudadanos, sino donde se instruyen diligencias con detenidos, se recepcionan comparecencias de funcionarios de Policía Local, así como se da respuesta a una multiplicidad de requerimientos judiciales y de trámites asociados a la labor policial". Este servicio, de 24 horas, se encuentra cubierto en la actualidad por tres turnos integrados por dos policías cada uno de ellos bajo el mando de un subinspector, jefe de la oficina "que no cuenta dado que debe asumir funciones de coordinador de servicios ante la ausencia de funcionarios con la categoría requerida para esta función (inspector de policía)". Así, señala el sindicato que actualmente hay dos policías por turno "que deben responder a la dimensión y necesidades de la quinta urbe de Andalucía con más de 210.000 habitantes y que está llevando al límite la capacidad de los funcionarios para atender la creciente demanda del servicio".
Atendiendo a los datos, la CEP afirma que la Comisaría de Jerez supera, en lo que va de año, la cifra de 21.000 atestados, la mayor parte de los cuales se inician en la oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano, que recepciona y canaliza las primeras actuaciones documentales y cuya labor es de vital importancia para el posterior trabajo de investigación y enjuiciamiento de los delitos. Si se compara con otras localidades del entorno, el sindicato policial apunta que la comisaría de El Puerto de Santa María-Puerto Real, con hasta cinco funcionarios por turno, no llega a 15.000 atestados en lo que va de año. Cádiz, con el mismo número de policías que Jerez, supera por poco los 10.000 asuntos. La conclusión es "obvia" para la CEP: "Jerez de la Frontera es una de las ciudades más importantes de Andalucía con una Comisaría y una ODAC de tercera categoría, de pueblo pequeño".
Igualmente, considera "especialmente grave y denunciable" las consecuencias del "abandono al que se encuentra sometido este servicio en las noches, así como los fines de semana y días festivos", indicando que no funcionan los grupos operativos de Policía Judicial ni existe servicio de incidencias alguno, lo que implica que es la ODAC, por ejemplo, quien debe pasar a disposición judicial a todos los detenidos que se realizan, así como asumir la atención a las múltiples víctimas de violencia de género. "Si al colapso del servicio se une la complejidad de este tipo de denuncias y la falta de formación especializada de los funcionarios, que tienen que aprender por sí mismo mediante la constante improvisación, el resultado es que las víctimas de violencia de género se ven obligadas a permanecer en dependencias policiales largas horas que, unidas a su dolorosa experiencia, les somete a lo que puede definirse, sin temor a equivocarnos, como segunda victimización, situación tan injusta como absurda y que parece no importar a nadie".
De esta manera, La CEP señala que el tiempo medio de espera para formular cualquier tipo de denuncia "puede exceder tranquilamente de una hora, tiempo que se incrementa cuando debe hacerse frente a la instrucción de diligencias con detenidos, donde la falta de personal obliga a paralizar la atención a los ciudadanos, registrándose esperas de más de tres horas en aquellos que optan por no marcharse a casa y tener que regresar en otro momento con los dedos cruzados para que la situación haya mejorado".
Por otra parte, prosigue en su comunicado que se está sometiendo a los policías destinados en dicho servicio, "de manera negligente, a una situación prolongada de estrés laboral y a un sobreesfuerzo para paliar la ausencia de personal y de interés por parte de la jefatura de la comisaría para paliar esta situación, siendo frecuentes entre los policías problemas de salud como ansiedad, migrañas, cefaleas o dolores lumbares y articulares, contraviniendo esta situación las más elementales recomendaciones en materia de seguridad y salud laboral". El sindicato explica que desde la jefatura de la comisaría se apela al catálogo de puestos de trabajo, "obsoleto, invariable desde hace lustros y ajeno a las necesidades de una ciudad como ésta", para justificar la imposibilidad de dotar al servicio con más recursos humanos, "siendo lo cierto que el catálogo es maleable sólo para aquello que a la jefatura le interesa, aplicándose al servicio de la ODAC un agravio comparativo que lo está convirtiendo en un suplicio para los profesionales que en él prestan sus servicios y para los usuarios que requieren los mismo".
La CEP finaliza que, de esta manera, se vive "una situación bochornosa, insostenible e impropia de una Policía que se pretende moderna y cuya función básica, que es proteger y servir al ciudadano, se ve una vez más comprometida por circunstancias ajenas a la voluntad de los profesionales".
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