La cuesta de enero (y parte de febrero) de los bares y restaurantes del centro de Jerez

Del subidón en las cajas de diciembre al bajonazo del principio de año, donde las vacaciones y el descanso son la mejor opción para no perecer

Carteles del tabanco Las Banderillas, cerrado por vacaciones en la cuesta de enero.

El pico de temporada alta de la hostelería del centro de Jerez se vive durante todo el mes de diciembre. La época de las Zambombas y la Navidad suponen coronar la cima del año, pero luego la caída tras las fiestas es muy acusada.

Tanto es así que estos días, ya en febrero, siguen viéndose en las puertas de muchos establecimientos del centro carteles que anuncian vacaciones y fechas de reapertura tras el parón por una interminable cuesta de enero que también toca parte del segundo mes del año.

Allá por el 24 del presente febrero, cuando regrese el Festival de Jerez, volverá a haber mucho más ambiente en el centro de la ciudad, volverá a haber más turismo y, en definitiva, a muchos les volverá a salir rentable levantar la baraja, más en unos tiempos donde las subidas de los precios, la electricidad o el combustible hacen imposible a veces la supervivencia de los negocios.

Una vuelta por el centro estos días deja ver que muchos empresarios hosteleros prefieren cerrar y esperar que pase este arranque de año a perder dinero. Desde el tabanco Las Banderillas hasta Tiemar, de Isidro López, pasando por restaurante Albores, muchos permanecen hibernando a la espera de que avance 2023 y vuelva a ver movimiento en el centro (y en las carteras). Es cierto que una vez retorne el Festival, las vacas gordas regresarán gracias al Carnaval y a una Semana Santa que estrena procesiones en Sábado Santo.

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