Luis Bellido nació en Jerez, en el Arroyo, en el año 1924. Este miércoles 5 de marzo se cumplen 25 años de la muerte del que ha sido uno de los sacerdotes más genuinos y emblemáticos que ha tenido la ciudad a lo largo de su historia.
Conocido como Padre Bicicleta, por el medio de transporte (y no por la rapidez con la que despachaba muchas misas) que utilizaba para moverse de un lado para otro por las calles de su Jerez, su padre era conocido como Guerrerito, un banderillero de la cuadrilla del torero Venturita.
Bellido se ordenó sacerdote en 1949, teniendo como primer destino la Prioral de El Puerto de Santa María. Luego se marcharía a la Magdalena de Sevilla para volver a su Jerez natal, donde estuvo en San Marcos, San Lucas, San Juan de los Caballeros y San Dionisio, donde reposan sus restos mortales desde junio de 2014 (desde su fallecimiento estaban en la Catedral) y donde ejerció como párroco durante tres décadas. Precisamente en una habitación anexa a este templo llegó a vivir un tiempo con su madre.
La peculiaridad del Padre Bicicleta le ha llevado a tener una película póstuma que, dirigida por el también jerezano Salva Gutiérrez, se estrenará el 10 de abril en el Teatro Villamarta.
Quienes le conocieron no olvidan su simpatía, bondad y gran labor para ayudar a los más necesitados. Numerosas fueron las familias que recibieron la ayuda del sacerdote jerezano, que logró que muchas de ellas no perdieran su casa por problemas económicos.
