Ruidoso, muy ruidoso ha sido el pleno extraordinario celebrado esta mañana en el Ayuntamiento. La banda sonora la pusieron algo más de una decena de afectados por el ERE municipal, que mostraron su descontento aprovechando la primera sesión plenaria celebrada después de conocer que el Tribunal Supremo bendice el procedimiento empleado por el PP para ejecutar el Expediente. Pidieron la palabra nada más comenzar, pero la alcaldesa se la denegó amparándose en el reglamento. "Les voy a decir una cosa para que quede claro: No van a ser desalojados y vamos a estar en silencio hasta que ustedes se callen. Se sientan ustedes y no tienen la palabra", les advirtió al poco de empezar la sesión. A partir de ahí discurrió entre el silencio cada vez que hablaba algún representante de la oposición (aunque con breves interrupciones por momentos) y los continuos reproches si era un edil popular el que tomaba la palabra.
"Hemos intentado, ante una situación extraordinaria como ha sido la sentencia del Supremo, expresarle a la alcaldesa y a la corporación que las decisiones que ellos toman fríamente en un despacho tienen consecuencias muy duras, porque no somos un número en una lista, somos personas y tenemos familia", expresó Pedro Grimaldi a las puertas del Ayuntamiento, uno de los afectados del ERE y colaborador de este medio, que intentó intervenir en el pleno. "La alcaldesa, que es licenciada en Derecho, sabe que no siempre la decisiones ajustadas a derecho son justas y en este caso estamos ante una decisión totalmente injusta y arbitraria que además nos estigmatiza porque el señor Saldaña dice que los criterios eran que éramos más vagos y más inútiles". Grimaldi apuntó: "Hemos trabajado por esta ciudad infinitamente más que ellos. Y también queríamos decir que es muy fácil en una ciudad donde los comedores sociales están llenos, donde las colas en El Salvador cada vez son más grandes, donde hay niños que pasan hambre y donde hay 34.000 parados, es muy fácil manipular a la opinión pública poniéndonos enfrente como si fuéramos unos privilegiados. Pero en fin, uno sabe algo de técnicas de manipulación y esa es una estrategia que ya está muy gastada". "Además estamos aquí porque tenemos hijos y a nuestros hijos hay que demostrarles que cuando uno tiene la razón hay que luchar a muerte hasta conseguir justicia. Eso es lo que vamos a hacer", añadió.
Dentro de las paredes del Ayuntamiento continuaba la sesión. Aunque el delegado de Economía, Enrique Espinosa, se afanó en vender las bondades de la revisión del plan de ajuste llevado a pleno, la oposición no lo apoyó y votó en contra. Con esta revisión, el Ayuntamiento verá ampliado el período de amortización de los 400 millones de los préstamos ICO de 10 a 20 años y aumentará el plazo de carencia de dos a cuatro años. Espinosa aseguró que se va a reducir el gasto por amortización de puestos y que no se subirán los impuestos hasta 2020, pero los grupos de la oposición no se fían. Luis Flor, portavoz del PSOE, vaticinó que esta revisión supondrá bajada de sueldo de la plantilla municipal. "Este nuevo plan de ajuste modificado tiene un fondo ideológico que equivoca el modelo. Ha entregado la ciudad a Montoro (ministro de Hacienda) para que experimente medidas ideológicas de la derecha", le recriminó. "Esta ciudad no se arregla en cuatro años y desde luego se arregla con todos, no con una parte en detrimento de otros".
"La plantilla municipal no tiene por qué tener ninguna inquietud ante un posible gobierno de este partido (PP) porque en estos momentos, más que nunca, es necesario aportar serenidad y certidumbre para el futuro", aseguraba la alcaldesa en una carta remitida a los sindicatos en 2010, por aquel entonces en la oposición, documento que rescató de la hemeroteca Montero. "¿A qué serenidad y certidumbre se refería? Siguen haciendo planes de ajuste dando palos de ciego. No se enteran de la realidad que está atravesando esta ciudad. Han roto la cadena por el eslabón más débil: los ciudadanos y los trabajadores municipales", apuntó para añadir en respuesta a Enrique Espinosa: "Hay que actualizarse, el cuento de la herencia recibida es antiguo. Jerez no les pertenece. Los pueblos no progresan cuando se gobierna desde el revisionismo permanente. Jerez pasa hambre. ¿Son conscientes de esta situación?". Estas palabras dolieron a la alcaldesa. "Tenemos sentimiento y tenemos corazón. Que diga que no somos conscientes de la situación duele, no políticamente, sino personalmente", apuntó Pelayo. "Tienen que ser la oposición de todos. Les importa un pimiento los 34.000 parados. Intentemos entre todos avanzar. Que voten en contra de que no suban los impuestos es hacer daño a la ciudad", añadió.
Vídeos: Ana G. Benítez