El salón noble de Jerez, la plaza del Arenal, tiene desde este miércoles un nuevo elemento instalado en la vía pública. La colocación de un hangar para aparcar bicicletas ha suscitado casi desde el minuto menos uno —no había terminado de instalarse y las fotos ya corrían como la pólvora por los wasap— un acalorado debate en las redes sociales.
El mamotreto que ha instalado el Ayuntamiento —al parecer hay previsto otro similar en Las Angustias— ha generado cachondeo y críticas airadas sobre la idoneidad del emplazamiento, justo delante del edificio de Los Arcos, sede de la Delegación Municipal de Urbanismo. "¡Un poco de gusto, por favor!", "¿qué es la nave del Halcón Milenario? Jerez ha entrado en la modernidad"; o "¿quién ha sido el iluminado que ha autorizado esto?", son algunos de los mensajes que se han podido leer en diferentes publicaciones ciudadanas.
La mejora de la movilidad en transportes no contaminantes debe ser una prioridad, así como fomentar el uso de la bicicleta, pero desde luego el lugar elegido para esta estructura metálica de grandes dimensiones no parece el más adecuado. Si ya de por sí hace años que comenzó la pelea por recuperar espacio público en la principal plaza de la ciudad, atestada de veladores y objeto durante todo el año de diferentes instalaciones efímeras que la colmatan, este nuevo inquilino no hace sino restar más espacio para el tránsito y el paseo de peatones, los que deberían ser los grandes protagonistas del Arenal.
Como se anunció en octubre del año pasado, el Ayuntamiento de Jerez aprobó la contratación del suministro de dos aparcamientos inteligentes para bicicletas y vehículos de movilidad personal (VMP) por un importe de 102.777 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020 (Feder) dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) Jerez 2022.
El primero de los dos aparcamientos inteligentes ya se ha instalado y los primeros comentarios que ha generado no han sido desde luego positivos. La versión municipal es que se da respuesta a la escasez de espacios seguros donde dejar bicicletas y patinetes eléctricos cuya regulación se ha actualizado en las ordenanzas municipales.
Esta normativa local incluye las instrucciones sobre aparcamiento que señala que los VMP podrán estacionarse en los aparcamientos diseñados específicamente para ello, y en los espacios reservados que establezca la autoridad municipal, ya sea sobre áreas peatonales, o sobre aceras o paseos, o en calzada donde esté permitido.
Por otra parte, está expresamente prohibido el amarre de las bicicletas, otros ciclos, o VMP, a los árboles, jardineras, setos, semáforos, farolas, bancos, postes de señales de tráfico, contenedores, papeleras, marquesinas de transporte y elementos de mobiliario urbano y otras partes de la vía destinadas al ornato de la ciudad.
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