Unas vallas cortan el paso en la calle San Miguel de Jerez, a pocos metros de la iglesia del mismo nombre, tras los desprendimientos que ha sufrido una finca ubicada al inicio de esta vía, cercana a la plaza, también del mismo nombre.
La vivienda que ocupa el número 14 de la calle San Miguel viene sufriendo la caída de cascotes desde hace unos días, tras lo que se colocó una valla en la fachada, como medida de seguridad. Aunque esta valla se encontraba demasiado cerca de la pared, por lo que hubo cascotes que cayeron en la acera, con el consiguiente peligro que conlleva.
Este pasado domingo, técnicos del Ayuntamiento de Jerez visitaron la zona para comprobar in situ el estado de la finca, y decretar el corte de la calle por cuestiones de seguridad, para evitar que un nuevo desprendimiento provocara daños personales a algún peatón.
A los propietarios de la finca, el Ayuntamiento ya les ha enviado la orden de ejecución y de las medidas de seguridad que deben llevar a cabo para evitar posibles daños personales, como el desmontaje de los guardapolvos de pizarra.
Una finca con un siglo de vida
La finca del número 14 de la calle San Miguel de Jerez cuenta con más de 1.400 metros cuadrados construidos, según datos del portal inmobiliario Idealista, que recoge que la casa fue construida en la década de los años 20 del siglo pasado.
Además, cuenta con 819 metros cuadrados de parcela, y un total de 18 habitaciones y 18 cuartos de baño. Según este portal, la última reforma que tuvo se hizo en 1980, hace ahora 45 años. La finca se encuentra enfrente de la sede de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud.
