La sentencia emitida por la Audiencia Provincial también recoge la prohibición de aproximarse a su hijo y a los padres de Raquel en un radio de 500 metros durante 25 años.
José Antonio Cantalapiedra, el asesino confeso de Raquel Barrera, ha sido condenado a 17 años y medio de prisión. La sentencia, emitida por la Audiencia Provincial de Cádiz y cuyo fallo adelanta Canal Sur Radio, también recoge la prohibición de aproximarse a su hijo y a los padres de Raquel en un radio de 500 metros durante 25 años.
Ignacio Rodríguez Bermúdez de Castro, magistrado de la sección octava de la Audiencia Provincial de Cádiz, ha comunicado hoy su sentencia condenatoria a las partes. En ella se condena a Cantalapiedra a 17 años y medio de prisión por el asesinato de su mujer, Raquel Barrera, asesinada en su domicilio la madrugada del 6 de abril de 2014. El condenado también tendrá que indemnizar con 150.000 euros a su hijo y con 100.000 euros a los padres de la víctima, tras tener en cuenta el juez el atenuante de embriaguez, ya que se encontraba bebido en el momento del asesinato.
José Antonio Cantalapiedra mató deliberadamente a su mujer y posteriormente simuló un intento de suicidio. El jurado popular así lo consideró probado, por siete votos a favor y dos en contra. Durante el juicio, desarrollado toda la semana pasada en la sección octava de la Audiencia Provincial, declararon numerosos testigos que destacaron el carácter calculador del acusado. Forenses de la Unidad de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal que han entrevistado al procesado en Puerto II señalan que en el momento de los hechos "sabía perfectamente lo que hacía", y la fiscal, que el acusado "no sufría ninguna enfermedad mental" y que "su problema no era un delirio", sino "que su mujer estaba pensando separarse". El abogado del hijo de la víctima, Manuel Hortas, ya trasladó en el juicio "lo que el hijo de Raquel piensa", asegurando que el joven "no tiene duda de que el fallecimiento estaba pensado" porque "lo conoce".