La elección del pregonero de la Semana Santa de Jerez 2026 esta siendo más complicada que lo habitual. Según ha podido conocer lavozdelsur.es que el Consejo tiene ya claro un nombre, pero al parecer desde Bertemati se ha exigido presentar una terna o más bien una relación con más de tres nombres. Como informó este medio días atrás, hasta la mesa de la Delegación de Hermandades o del obispo o del vicario, se pusieron hasta cinco, para cumplir sobradamente con el número de candidatos exigido.
Todo apuntaba a que antes el festividad de la Virgen de la Merced, el Consejo haría público a el o la designada. No se sabe si se cumplirá ese plazo, lo cierto es que a día de hoy las cosas no están nada claras. El obispado ha metido la lupa -más de lo acostumbrado- en cada candidato propuesto y ha ido desechándolos por diferentes razones.
Máxima 'pulcritud'
¿Qué se tiene en contra? Si usamos como símil las prácticas de un pasado muy pretérito, se parece a cuando se investigaba la limpieza de sangre para ser considerado ‘cristiano viejo’. Afortunadamente las cosas han cambiado, pero para esto de proclamar la Semana Santa, también se ha empezado a meter la lente al máximo de potencia.
Así, estar divorciado, convivir fuera del matrimonio -no estar casados por la Iglesia-, haber tenido alguna cuita legal contra Bertemati o no ser del agrado de Palacio por aptitudes críticas con decisiones en asuntos que emanan desde los despachos de la Casa de la Iglesia, son según las fuentes consultadas, argumentos usados para que esto no salga adelante. Es justo aclarar, en contra de lo publicado en días pasados por este periódico, que Inmaculada Cáliz quedó al margen como candidata meses atrás cuando rechazó ser una de las opciones.
Así las cosas, el pregonero está en el aire. Todo apunta a que monseñor o sus asesores en materia cofrade no están conformes con el ‘preferido’ por la Unión de Hermandades, organismo que tiene la potestad de este nombramiento, aunque es costumbre y norma que sea ‘bendecido’ por el prelado, algo que ha venido sucediendo sin mayores consecuencias.
Deterioro de las relaciones
Este asunto es uno más que pone de manifiesto que las relaciones no son nada óptimas entre el Consejo y el obispado jerezano, como se está viendo en los últimos meses. Hechos como la decisión del prelado y su entorno de hacer público el resumen de la auditoría de las cuentas de la Unión de Hermandades o la resolución del conflicto del Lunes Santo, cuyo único amonestado fue el presidente, son dos ejemplos que confirman esta casi congelación en el trato entre la Iglesia local y el órgano de representación cofrade.
A casi nadie escapa que esta tesitura ha deteriorado las relaciones, antes muy fluidas; una situación que incluso se traslada a las hermandades jerezanas en cuanto a peticiones de eventos extraordinarios que impliquen procesiones con imágenes titulares, traslados, etc… Ejemplo de esto hay varios. En conclusión, todo se mira y revisa en ‘profundidad’ casi con microscopio. Todo lo que se salga de la normativa o del Derecho Canónico o que no esté del todo claro, queda sujeto a una decisión especial del prelado o su entorno. Y si se permiten suelen ser muy restrictivas en las formas de llevarse a cabo y, ojo, con el menor 'ruido' posible.


