La Hermandad de la Cena de Jerez ha cedido a la Hermandad del Museo de Sevilla los cuatro candelabros originales del paso, obra de Castillo Lastrucci, que acompañarán a los titulares de la corporación sevillana en la procesión extraordinaria por su 450 aniversario fundacional.
El acuerdo se firmó en la capilla de San Marcos, donde se expone el misterio completo de la Cena. En el acto participaron el hermano mayor jerezano, Manuel Muñoz Natera, y su homólogo del Museo, Ángel Casal García, sellando una colaboración que permitirá que las piezas jerezanas luzcan en uno de los actos más relevantes del calendario cofrade hispalense.
Préstamo para una ocasión histórica
La Hermandad del Museo había solicitado expresamente estas piezas para que formen parte del paso en el que procesionarán el Cristo de la Expiración y la Virgen de las Aguas en los actos conmemorativos de noviembre. De este modo, el crucificado —una de las imágenes más antiguas de la Semana Santa sevillana, realizada en pasta de madera por Marcos Cabrera hace más de cuatro siglos— procesionará con los candelabros de Castillo Lastrucci.
El programa conmemorativo de la corporación incluye cultos extraordinarios, exposiciones y un cartel conmemorativo obra del artista Antonio Díaz Arnido.
Traslado y misa pontifical en la Catedral
El calendario de actos prevé que el 7 de noviembre se produzca el traslado de los titulares al altar mayor de la Catedral de Sevilla, donde al día siguiente, 8 de noviembre, tendrá lugar una solemne misa pontifical presidida por el arzobispo José Ángel Saiz Meneses.
Por la tarde, el Cristo de la Expiración y la Virgen de las Aguas regresarán a su sede en procesión extraordinaria, recuperando la antigua iconografía de Stabat Mater, con la Virgen delante del crucificado, como procesionaban en Semana Santa hasta principios del siglo XX.
La Hermandad del Museo inició ya en marzo los actos de aniversario con un Vía Crucis del Cristo de la Expiración a San Andrés, su sede originaria. Ahora afronta la recta final de un programa que celebra no solo su fundación en 1575, sino también los 450 años de la hechura de su crucificado titular, verdadero referente de la devoción sevillana.


