La zona, inaugurada en 2011 tras una inversión de 1,5 millones de euros, padece la falta de mantenimiento y el vandalismo.
Elementos con forma de cisne y grulla con toboganes y escolares, un columpio con dos asientos, dos muelles individuales y un elemento de equilibrio componen el la zona infantil del parque de la Igualdad, ubicado en la zona Sur, que estos días ha aparecido totalmente calcinada. El parque fue inaugurado en 2011, después de unas obras que supusieron una inversión de 1,5 millones de euros, cofinanciados en un 70% por fondos Feder, e incluida dentro del Plan Urban. “Su diseño, pensado como una amplia área de recreo, tiene como finalidad revitalizar el paisaje urbano de la barriada, convirtiendo un espacio inutilizado en el nuevo corazón verde de la zona Sur”, decía la nota de prensa municipal con la que se anunció la inauguración de una zona que, seis años después, está lejos de parecerse a lo que fue por aquel entonces.
El parque de la Igualdad, de 25.000 metros cuadrados de extensión, además de la zona infantil, tiene una para mayores, una pista de petanca, pistas deportivasy un carril de footing. “Esta actuación recoge la demanda general de la población de la Zona Sur para disponer de espacios para uso y disfrute y, en concreto, por urbanizar el llamado Cerro de Santo Tomás, actual Parque de La Igualdad situado en pleno corazón de la zona de Iniciativa Urbana, en las inmediaciones del Estadio de la Juventud”, señalaba el Ayuntamiento.
La degradación del parque es evidente, por eso la agrupación local de Ciudadanos lleva a pleno esta “inversión mal gestionada”, en referencia al bar quiosco de la Igualdad, que está “cerrado y totalmente abandonado”, por lo que el portavoz Carlos Pérez recuerda que “este proyecto lo inició el PP en la anterior legislatura, y ahora es responsabilidad del gobierno actual”. El edil de Cs reseña que el proyecto “contó con un presupuesto de 90.000 euros, finalizado en diciembre de 2015 y que a día de hoy nos encontramos con unas instalaciones acabadas y sin usar”. “Los jerezanos no se merecen que las inversiones que se puedan conseguir para mejorar la ciudad acaben literalmente en nada”, añade Pérez, que remata: “Es una verdadera pena tener unas instalaciones bien acondicionadas, que puedan dinamizar la zona y crear empleo y que no se estén usando”.
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